NEUQUÉN (AN).- "Voy a salir de esta, gracias a todos los que se preocuparon y a todos los que se preocupan por mi salud", afirmó ayer Rubén Carolini, el descubridor del Giganotosaurus, el dinosaurio carnívoro más grande del mundo. Carolini habló con este diario desde una de las habitaciones del policlínico Neuquén donde se recuperar luego de haber recibido un trasplante renal.
"Creo que esto va arrancar, me están ayudando un poco con diálisis pero estoy mejor, con todo el apoyo de mi familia", dijo el hombre que luego del trasplante pasó varios días difíciles pero se recuperó y volvió a su casa pero sólo por unos días. Tras una recaída volvió a ser internado y ayer se hizo de un par de minutos para atender a este diario.
Su esposa Graciela, su hija Roxana y el resto de la familia se han encargado de asistirlo a la par del equipo de profesionales que llevaron adelante el operativo de trasplante en el Policlínico de esta capital.
"Muchas personas no saben que mi papá estuvo dependiendo de una máquina de diálisis debido a una insuficiencia crónica renal. Durante nueva años aquella máquina fue la que mantuvo a mi papá bajo una mejor calidad de vida, pero también lo fue desgastando físicamente. Nunca dejo de luchar por la vida y menos perdió las esperanzas de ser trasplantado algún día, mientras tanto siguió firme defendiendo la cultura no solo de nuestro país sino del mundo entero. Defensor incansable de la ecología, apostó y sigue apostando siempre a la vida", comentó su hija Roxana en un mensaje que ha recorrido la web.
El 9 mayo de este año fue trasplantado.
"Todo iba bien pero de repente las cosas cambiaron y la situación empeoró. Estuvo 45 días protegiendo ese riñoncito trasplantado, y luchando incansablemente para que las cosas mejoraran. Después de pasados esos días, mi papá volvió a casa, el riñoncito comenzó a funcionar pero él decayó en su ánimo", agregó.
Ahora, atendido en el policlínico, ha mejorado sustancialmente.
"Gracias a todos los que se han preocupado y se preocupen", dijo Rubén.
