Lunes 30 de Junio de 2008 Edicion impresa pag. 17 > Internacionales
Mugabe asumió una presidencia fraudulenta
Ganó la reelección en Zimbabwe con una oposición aterrorizada.

HARARE (DPA) - El presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, juró ayer su cargo como presidente por otros cinco años después de que la Comisión Electoral lo declarara horas antes vencedor de la controvertida segunda vuelta de las presidenciales del viernes con 2,15 millones de votos y una participación del 42,3 por ciento.

Mugabe, de 84 años y que lleva 28 en el gobierno del país, pretende ser reconocido como nuevo presidente durante la reunión de los jefes de Estado y gobierno de la Unión Africana (UA) que se llevará a cabo el lunes y martes en Egipto.

El líder de la oposición, Morgan Tsvangirai, obtuvo 230.000 apoyos, pese a que se retiró de la segunda vuelta presidencial en vista de la violencia e intimidación a la que eran sometidos sus seguidores.

El propio Tsvangirai tuvo que buscar refugio hace una semana en la embajada holandesa en Harare al temer por su vida. Sin embargo, su nombre estaba aún sobre las papeletas electorales.

Tsvangirai fue invitado al acto de juramento del cargo, pero rechazó acudir y declaró

los comicios sin validez.

Mugabe, enfundado en un traje gris, tomó ayer juramento frente a los invitados al acto celebrado en la residencia de gobierno y transmitido en vivo por la televisión estatal.

El líder prometió servir a Zimbabwe. Luego sonó el himno nacional, se dispararon salvas y aviones de la fuerza aérea sobrevolaron el lugar.

La segunda vuelta de los comicios presidenciales, tras la victoria de Tsvangirai en la primera, en la que sin embargo no logró la mayoría suficiente, fue calificada de antidemocrática por la comunidad internacional.

Mientras los observadores africanos criticaron la votación que no consideraron ni libre ni justa, se multiplicaron los llamamientos internacionales a agudizar las sanciones y al envío de una tropa de paz de la ONU.

Human Rights Watch indicó que registró varios incidentes de ataques post electorales por parte de seguidores del partido de gobierno Zanu-PF contra personas que no votaron por Mugabe. El presidente estadounidense, George W. Bush, anunció agudizaría las sanciones bilaterales y exigió pasos decididos a la ONU, como un embargo de armas. Habló de "elecciones falsificadas" y de una "flagrante violación de la voluntad del pueblo zimbabuense". "Exigiremos fuertes sanciones de la ONU, incluido un embargo armamentístico para Zimbabwe ", declaró. La canciller alemana, Angela Merkel, se unió a las críticas y habló de una "farsa". Mientras tanto, el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz, se declaró a favor del envío de una fuerza de pacificación de la ONU al país.

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