A menos de un año de su abrupta salida del Órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi) por el escándalo de la valija con 800.000 dólares, Claudio Uberti mantiene sus contactos: el ex funcionario K que operaba para De Vido en Venezuela, consiguió trabajo en una empresa constructora y cobra un sueldo de 25.000 pesos al mes.
La novedad, según reveló ayer el diario "La Nación", la brindó el propio Uberti durante la indagatoria que el 4 del mes actual le tomó el juez en lo penal económico Daniel Petrone.
En esa audiencia, reconoció que minutos después de que la Aduana terminara de contar el dinero secuestrado a Antonini Wilson, él llamó y se reunió con Néstor Kirchner en la residencia de Olivos.
El magistrado prevé definir en los próximos días la situación procesal del ex funcionario, investigado por lavado de dinero como cómplice de Antonini.
Según reveló ayer el matutino porteño, la constructora para la que trabaja Uberti no aparece mencionada en el acta de la indagatoria y, por ahora, se mantiene como un misterio.
En los registros oficiales, el ex funcionario figura como autónomo desde septiembre del año pasado, justo después de que lo despidieran del gobierno. En el ámbito de las compañías que se dedican a la construcción, el dato también es una incógnita.
No es llamativo que Uberti tenga ahora empleo en una constructora. Antes de que fuera echado del gobierno por el escándalo, era un funcionario estrechamente ligado a Julio De Vido y varias fuentes mencionaron que era quien controlaba en Venezuela los negocios ejecutados por el ministro de Planificación.
Las irregularidades con la obra pública, que estallaron con las coimas que habría pagado la constructora Skanska a funcionarios para adjudicarse la ampliación del gasoducto norte, podrían servir para explicar el nuevo empleo de Uberti.
Si se toma como guía los contactos que Uberti tenía por su función en el gobierno, los posibles empleadores son numerosos. En el listado de llamadas que hizo durante los días en los que Antonini estuvo en Buenos Aires figuran varias constructoras cercanas al kirchnerismo.
Según "La Nación", en esas horas agitadas, Uberti se contactó, una vez, con Perfomar, de Alejandro Pahor, y, tres veces, con Graciela Ancarani, empleada de Invernes SA. Esta es una constructora de Santa Cruz, que compartió negocios con dos de las empresas preferidas por Kirchner, Gotti Hermanos y Austral Construcciones, de Lázaro Báez. (Fuente: "La Nación")