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	General Luis María Campos. Pasó por Roca en 1899 y abogó por la provisión de agua.

• El difícil año ’99 para Roca. Los albores de 1899 tomaron al maestro José Vicente Calderón iniciando en Gaiman, Chubut, la que sería su larga trayectoria docente en la Patagonia. Instalado en el hotel Gayman conoció a la entonces chiquilina de origen galés Elena Pugh (su futura esposa). También pronto supo quién era al galés Tomás Tegai Austin, pero ignoraba que tendría con él posiciones enfrentadas por ser Austin representante de la empresa chilena Cochamó a la que Calderón denunció por compra ilegal en zona limítrofe y sufrió un intento de asesinato (en próxima nota se ampliará sobre las andanzas de Austin y la Cochamó). El ’99 fue el año patagónico de Roca presidente, con dos visitas, no sin problemas. Si bien durante el gobierno de Avellaneda, un Roca más joven e impetuoso se había atrevido en su campaña que llegó hasta la Confluencia, pero para su capitalización personalista, ya como primer magistrado 1899 le resultaría un año complicado. Su interminable viaje marítimo de ese año por la costa patagónica para llegar al encuentro con el presidente chileno Errázuriz, fue criticado por sus enemigos políticos (prolongado abandono de su cargo, viaje sin comunicaciones y parcial acefalía ministerial). La repetición 20 años después del viaje por el valle del Río Negro para llegar a Villa General Roca (nombre que así aparecía en crónicas de “La Prensa” y que homenajeaba su conocida expedición) lo haría en tren de ferrocarril inglés para inaugurar los 550 kilómetros de la línea de Bahía Blanca al Neuquén, viaje postergado y luego interrumpido en Chimpay -el 1 de junio- por la que se llamó La Gran Inundación.

• Apuntes poco conocidos. Conviene aportar algunos datos poco conocidos, previos a la Gran Inundación y sucedidos en región neuquina y rionegrina, cuando no estaba resuelto el conflicto limítrofe con Chile. Uno de ellos es la breve visita al Alto Valle del ministro de la Guerra, general Luis María Campos y su comitiva militar (Rudecindo Roca, Francisco Reynolds, y coroneles Rohde, Schieroni, Day y Sarmiento) que revisaron el ferrocarril. Permanecieron algunas horas en Limay (hoy Cipolletti) pero la creciente les obligó a marcharse cuando inspeccionaban las obras más allá de la punta de rieles. Campos, casado con Justa, la hija preferida del general Urquiza, y que había sido comandante de la región durante los momentos más graves de la disputa de límites, se volvió en tren, pero se detuvo en Roca. Sucedió a las 4 de la tarde del jueves 11 de mayo (“La Prensa” del 12/5/1899) y tuvo tiempo para visitar los viejos cuarteles, los en construcción y presenciar una sesión de tiro del regimiento 2 de artillería de montaña. Luego siguió en tren para visitar –entre Chimpay y Choele Choel– la estancia del coronel Belisle. Tres días después, el ingeniero White (Guillermo), del FC Sud, decidía postergar la inauguración de la línea y el gran festejo en Roca fijado para el 25 de mayo y corrió al 31. La inundación avanzaba y un convoy de carros para Nahuel Huapi con víveres y vestuario para el 9 de caballería, quedó rodeado de las aguas.

• Los “turcos” no eran santos. Al bajar las aguas y ya entrada la primavera, todo parecía renacer. Pero los problemas siguieron y en octubre fue cuando el cacique Manuel Namuncurá denunció que el vecino de Chimpay Víctor Eguiza había asesinado a un sobrino suyo (es decir, un primo de Ceferino). La capital de Río Negro ya funcionaba en Choele Choel y las batidas policiales (el jefe era Eduardo Beovide) en pocos días apresó a 35 cuatreros. Pero Beovide necesitó menos ímpetu y más tacto para enfrentar a una cuadrilla ferroviaria de 150 peones, que, en huelga, amenazaron de muerte al ingeniero Gounier, del FCS. Pero fue la investigación del juez letrado, que descubrió por entonces una serie de crímenes cometidos por sirio libaneses. Lo publicó “La Prensa” del 10 de octubre de 1899 (investigando un asesinato cometido en 28 de septiembre anterior) y amplió en la edición del día siguiente, por telegrama despachado en Choele Choel. (Continuará) 

FRANCISCO N. JUÁREZ

fnjuarez@sion.com