NEUQUÉN (AN). - Un joven de 23 años se desvaneció en la madrugada de ayer en la Plaza de las Banderas y murió. El hecho conmocionó a los amigos porque el pibe dicen que era muy sano.
Matías Molina había asistido a las 21 del viernes a un gimnasio ubicado en calle Juan B. Justo al cual acudía con regularidad desde hacia unos dos meses.
El joven salio del gimnasio a las 23 y fue a su casa en calle Ignacio Rivas donde se cambió hasta que lo pasó a buscar un amigo y vecino para salir a dar una vuelta.
Los jóvenes partieron en el Suzuki Fun del amigo de Molina y se instalaron en la Plaza de las Banderas donde después se le sumó el primo del joven fallecido.
Allí estuvieron charlando y bebiendo una Coca Cola hasta que, de acuerdo a los testimoniales, "se le dieron vuelta los ojos y comenzó a arrojar espuma por la boca hasta que cayó al piso". Ante la desesperación, los amigos no quisieron aguardar que llegara la ambulancia por lo que lo subieron en una camioneta y lo llevaron a gran velocidad al Hospital Castro Rendón.
El joven entró al nosocomio sin signos vitales por lo que los médicos trataron durante 45 de reanimarlo sin éxito.
La revisión del médico policial asegura que sobre el cuerpo de Molina no hay signos de violencia y que la muerte se produjo por un paro cardiorrespiratorio. No obstante, al cierre de esta edición se aguardaban los resultados de la autopsia.
La causa está en manos del Juzgado de Instrucción Nº 2 y de la Fiscalía de Graves Atentados contra las Personas.