El Parlamento del Mercosur terminó ayer sus dos días de deliberaciones en Tucumán con un fuerte pronunciamiento contra la denominada "directiva-retorno" de la Unión Europea (UE), que sanciona la inmigración indocumentada.
La décima sesión plenaria, que se desarrolló entre el viernes y ayer en la sede de la Legislatura tucumana, giró fundamentalmente en torno al planteo de que la decisión del Parlamento Europeo es "estéril, equivocada y contraria a los derechos humanos". Por unanimidad, los parlamentarios de los cuatro Estados-miembro del bloque (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), resolvieron solicitar al Consejo del Mercado Común del Mercosur las medidas necesarias tendientes a que se efectúe una revisión y derogación inmediata de la "directiva- retorno".
"Los europeos, que durante los siglos XIX y XX llegaron por millares a América Latina en el carácter de inmigrantes, se olvidaron de eso y de la persecución racista de la Segunda Guerra Mundial, que ellos padecieron", aseveró ayer Florisvaldo Fier, más conocido como doctor Rosinha.
El brasileño, que durante los próximos seis meses conducirá el Parlamento en reemplazo del senador argentino José Pampuro, reconoció que la decisión europea los tomó por sorpresa, porque, durante el reciente viaje de parlamentarios del Mercosur al Viejo Continente, "los parlamentarios europeos no anticiparon que iban a votar en ese sentido". Las deliberaciones del Parlasur, como se conoce al Parlamento del Mercosur, sirvieron como prolegómeno de la cumbre de jefes de Estado del bloque regional, que se desarrollará el martes en la capital tucumana.
En este sentido, Argentina abogó ayer por avanzar en el proceso de integración dentro del Mercosur a través de una mayor interdependencia productiva que se refleje en resultados concretos para los ciudadanos.
"El proceso de integración debe continuar avanzando en cuestiones con impacto directo en nuestros ciudadanos", afirmó el canciller Jorge Taiana. (DyN/Télam)