España tiene la oportunidad de cambiar el curso de la historia de las últimas décadas y lograr su primer título internacional en 44 años, cuando enfrente hoy en Viena a Alemania, en la final de la Eurocopa 2008.
El equipo de Luis Aragonés, que dejará el cargo tras este partido, parte como favorito por el juego que he exhibido en esta competencia, aunque Alemania tiene ventaja por su experiencia en este tipo de duelos, ya que busca su cuarto título continental, en 13 finales internacionales.
La selección alemana ganó la Eurocopa en 1972, 1980 y 1996, y ésta será su sexta final, mientras que España se juega por tercera vez el título, tras el título de 1964, en su único triunfo internacional, y haber sido segunda en 1984.
Alemania tendrá la ventaja en este partido de que España
no podrá contar con David Villa, máximo goleador del torneo con cuatro tantos, que sufre una lesión muscular y su puesto lo ocupará Cesc Fábregas. Aunque hay que apuntar que España hizo su mejor juego con Rusia cuando Fábregas entró por Villa.
El técnico español de 69 años, que lleva 21 partidos consecutivos invicto con la selección, alineará al mismo equipo que ha venido utili
zando en esta Eurocopa, en una competición en la que ha sacado adelante todos sus partidos, con 11 a favor y 3 en contra.
Alemania sufre porque su figura, Michael Ballack, está en duda por una dolencia en su pantorrilla derecha -ingresaría Borowski-. Su punto débil está en la defensa, con seis goles recibidos y un portero Jens Lehmann, en baja.
El inglés Gary Lineker dijo tras perder una semifinal del Mundial 90 que el fútbol es un juego de once contra once en que siempre ganan los alemanes. Los españoles no quieren que esa máxima se haga realidad.