España se consagró hoy campeón del fútbol europeo por segunda vez en su historia y después de 44 años, tras ganarle a Alemania por 1-0 en la final de la Eurocopa 2008, jugada ante 50 mil personas en el estadio Ernst Happel de Viena. El delantero del Liverpool inglés Fernando "El Niño" Torres señaló el tanto de la consagración, a los 33 minutos del primer tiempo, con una sutil definición sobre el arquero Jens Lehmann, luego de un gran pase de Xavi Hernández.
El equipo de Luis Aragonés se coronó en forma invicta con triunfos sobre Rusia (4-1 en fase inicial y 3-0 en semifinales), Suecia (2-1) y Grecia (2-1) en primera ronda; Italia 0 (4)-0 (2) por penales en cuartos y Alemania (1-0) en la instancia decisiva. La consagración, que le reportó a la Federación Española de Fútbol una ganancia de 27,5 millones de euros, fue presenciada por el rey Juan Carlos y el presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero en el palco de honor del estadio. Y palpitada a distancia por una multitud en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid, donde los fanáticos vivieron sensaciones que no se repetían desde 1964 cuando España le ganó a la URSS por 2-1 en una copa que lo tuvo como anfitrión.
Decididamente "La Furia" se impuso sin contemplaciones a la disciplina alemana en una final que debió registrar un resultado más abultado. Tras un comienzo dubitativo, en el que Alemania impuso su ritmo y el desarrollo del partido en campo rival, España pisó con firmeza el césped en la capital austríaca y se encaminó a una conquista impecable.
El brasileño nacionalizado español Marcos Senna apuntaló al equipo de Aragonés con su despliegue en el mediocampo y Torres se transformó en el hombre del partido con una agresividad que desestabilizó la defensa germana.
Antes de la apertura del marcador, el delantero de Liverpool puso un llamado de alerta en el arco de Lehmann con un cabezazo que se estrelló en la base del palo derecho, a los 23 minutos. Diez minutos más tarde, cuando España ya impresionaba con su buen mecanismo ofensivo en la mitad de la cancha, Senna habilitó con maestría a Torres, el goleador le ganó la posición a Philipp Lahm y definió con categoría.
La ventaja no produjo ningún tipo de especulación en el conjunto español y, por el contrario, marcó una tendencia irreversible en el desarrollo del juego. "La Furia" superó con claridad durante todo el complemento a un rival que tuvo a sus principales hombres de ofensiva maniatados. El capitán Michael Ballack, incómodo por la marcación, tuvo poca incidencia y el goleador Miroslav Klose (única punta) quedó marginado en un esquema con poca fluidez de juego.
En ese etapa, España tuvo siete ocasiones para anotar el segundo tanto pero las desperdició todas. No obstante, el resultado nunca estuvo en riesgo porque su dominio del juego fue absoluto y -en efecto- su consagración, muy merecida.
Fuente, Télam