Militantes de distintas agrupaciones kirchneristas se concentraron ayer frente al Congreso para manifestar su apoyo a la política agraria del gobierno y, en particular, al sistema de retenciones móviles.

La manifestación se realizó tras el acto de la semana pasada en la Plaza de Mayo, desde el que Cristina Kirchner lanzó duras acusaciones a la dirigencia agraria.

La convocatoria, bajo la consigna de "defender las retenciones móviles y la redistribución del ingreso", pretendía "colmar" la Plaza del Congreso, convertido en el nuevo escenario, con huevos, toros y pingüinos inflables, de la disputa entre el gobierno y el campo.

El acto fue abierto por el titular de Libres del Sur, Humberto Tumini, quien llamó a los diputados a votar sin cambios por la cuestionada resolución 125, porque "favorece a la mayoría del pueblo argentino" en contra de "una minoría de ricos y poderosos que destrozaron la Nación".

Criticó los cortes de rutas de los productores agrarios y les atribuyeron la intención de lograr que "las ganancias extraordinarias quedaran en manos de los oligarcas, como los Luciano Miguens (de la Sociedad Rural), Hugo Biolcatti (de CRA) y sus aliados".

Por su parte, el dirigente del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, manifestó que debía "quedar en claro" que los movimientos oficialistas estaban a favor del proyecto enviado por el gobierno al parlamento y que las organizaciones del campo buscaron "desestabilizar al gobierno para construir una democracia condicionada, como hicieron los carapintadas y el FMI".

A su turno, el diputado nacional del Frente Transversal, Edgardo Depetri, dijo que el movimiento de protesta rural buscó "arrinconar al gobierno y evitar que avance en la transformación de la Argentina" y elogió la actitud de Cristina Fernández de Kirchner de poner a consideración del Congreso el proyecto de las retenciones móviles.

En tanto, el dirigente del sindicato de empleados judiciales y la CGT, Julio Piumato, sostuvo que la protesta agraria era el resultado de "los arrebatos de los centros financieros internacionales y sus aliados argentinos contra un gobierno popular que hace lo que el pueblo quiere". El presidente del Frente Grande y funcionario de la Cancillería, Eduardo Sigal, sostuvo que el "interés de un sector" no puede "ir en detrimento de la mayoría del pueblo argentino", e instó a continuar trabajando "unidos" para lograr la aprobación en el Congreso de la resolución 125.

Con la intención de evitar posibles choques con militantes del kirchnerismo, la "carpa verde" montada por los ruralistas dejará de formar parte activa, por algunas horas, del peculiar escenario montado frente al Parlamento a partir del debate de las retenciones móviles.