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Quieren darles orden a las veredas de los bares | ||
NEUQUÉN (AN)- Confiterías, bares y restoranes de la ciudad han instalado toldos en las veredas para acomodar a los fumadores en el exterior, avanzando sobre cordones, ochavas y rampas. Ante la falta de una norma que ponga orden a la situación, tomará el jueves estado parlamentario un proyecto del concejal Darío Martínez -quien impulsó la ordenanza anti tabaco- que obligará a los comerciantes a dejar un pasillo libre a los peatones y a demarcar con pintura blanca el sector de sillas y mesas. Estas adecuaciones cabalgarán sobre una modificación en el modo de estimar la tarifa que los dueños de los negocios pagan por cada mesa con cuatro sillas, y redundará en mayores ingresos para el fisco municipal. De tributar mensualmente entre 6,50 y 3,20 pesos por cada mesa abonarán 100 pesos por metro cuadrado ocupado con mobiliario en la vereda. "Hay un vacío legal que las autoridades municipales cubren con interpretaciones de la normativa que regula el uso y la ocupación del espacio público. Los comerciantes tributan en función de una declaración jurada... pero la colocación de toldos cerrados es un fenómeno nuevo, que debe ser regulado básicamente para garantizar los derechos de la comunidad", adujo el concejal. Martínez aludía a las denuncias públicas de personas que se mueven en sillas de ruedas respecto a que deben bajar a la cinta asfáltica y exponerse al riesgo del tránsito vehicular porque las veredas han sido ocupadas con los toldos que albergan mesas y sillas. El concejal habló sobre la necesidad de unificar criterios normativos, en tanto la ordenanza 10.009 concibe a las veredas como "un espacio público esencial destinado a la circulación peatonal" y sólo aprueba la instalación de maceteros, pretiles y rejas suspendidas, mientras la número 10.998 permite la instalación de mesas y sillas "propias de la actividad gastronómica". De ahí su propuesta de agregar al código de planeamiento urbano un ítem dedicado a "mesas y sillas" que diga que sólo podrán ubicarse en el establecimiento y los responsables deberán dejar un espacio libre sobre la vereda de 1,50 metros de ancho, que será reservado para el libre tránsito de peatones. También dice que no se podrá invadir ochavas, rampas ni sendas peatonales y que la zona de reserva deberá ser marcada con una franja blanca a partir de 1,40 metros -desde la línea municipal y a lo largo de todo el espacio utilizado- y hasta 0,50 antes del cordón. | ||
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