ROCA (AR).- El joven Miguel Angel Frutos podría pasar los próximos 25 años en prisión. Al menos ese fue el pedido que elevaron ayer a los jueces de la Cámara Segunda del Crimen el abogado querellante y el fiscal de Cámara, quienes dieron por acreditado que el muchacho -junto a su novia- tuvieron "intención" de matar al taxista Roberto Césari, en mayo del año pasado en Roca.

Para la defensa del joven la solicitud de prisión perpetua fue "insólita", insistiendo en que no se comprobó cómo falleció la víctima. De todas maneras, el abogado Eves Tejeda no negó que el joven tenga responsabilidades, pero pidió una condena menor.

En el caso de la menor de edad que también está imputada en el caso, se solicitó un régimen asistido hasta tanto cumpla la mayoría de edad.

Fue una mañana atípica. Distinta a todas las que se vivieron en el proceso que llevó al joven Frutos (19) y a su novia (17) al banquillo de los

acusados. Prácticamente toda la familia de los imputados estuvo en una sala colmada donde se escucharon a los dos últimos testigos y los alegatos de cada una de las partes.

Uno de los testimonios que se esperaba con mayor atención era el del médico forense Adolfo Scatena, quien llevó adelante la autopsia al cuerpo de Césari, ultimado en las inmediaciones a un desagüe paralelo a la ruta chica, el 23 de mayo del año pasado.

Para el abogado Oscar Pineda, que representa a Magalí Césari -hija de la víctima- no hay dudas. Los jóvenes tuvieron "intención" de matar al taxista lo que a su entender ya había quedado acreditado con el robo del dinero y la falta de pruebas para confirmar que la venta de cocaína desencadenó el conflicto.

Y ello -según Pineda- fue ratificado con el testimonio del forense, quien brindó detalles de las lesiones que presentaba el cuerpo. "Tenía un corte en los labios que pudo ser por el golpe o un aplastamiento y como yo digo pudo haber sido cuando lo aplastaron en el canal", dijo el letrado, quien además detalló que el resto de las heridas pudieron haber sido realizadas con la botella de cerveza "o con el cuchillazo" que recibió el taxista cuando detuvo la marcha de su coche.

El pedido de prisión perpetua efectuado por la querella coincidió con el del fiscal de Cámara, Edgardo Rodríguez Trejo, quien señaló la plena responsabilidad de los jóvenes en el hecho.

El defensor Tejeda calificó como insólito el pedido de sus colegas y pidió que su cliente sea condenado por homicidio preterintencional al entender que Frutos -que tenía 18 años cuando ocurrió el hecho- nunca tuvo intención de matar a Césari sino que todo ocurrió en medio de un hecho desafortunado. El Código Penal en su artículo 81 (inc. b) indica que se penará con una condena de tres a seis años el que mate a una persona cuando el medio empleado no debía razonablemente ocasionar la muerte.