VIEDMA (AV).- La perpetua ausencia de políticas públicas, los derechos más elementales del ser humano, se transformó ayer en presencia, con varios clamorosos reclamos de equidad social. Aquellos tenaces luchadores de la tierra inóspita pidieron ser escuchados en la Legislatura apelando a una figura de raigambre constitucional llamada "iniciativa popular"; así fue que presentaron un proyecto de ley de asociatividad y economía social.
"Venimos de muy lejos, y ojalá que esta iniciativa ayude a concretar nuestros sueños porque todo nos resulta difícil. Cualquiera tarda dos días en llegar a donde vivimos nosotros", denunciaron Alicia Pinilla y Rosa Sandoval con la vos quebrada ante el respetuoso silencio de los parlamentarios rionegrinos.
Dieron cuenta que "nos cuesta muchos que nos manden una máquina para que nos arreglen los caminos, tenemos problemas de salud, educación, los jóvenes se nos están yendo, y esperamos que los gobernantes nos visiten alguna vez".
Ambas representaron a miles de voces recluidas en pequeños parajes que como único sustento es la artesanía o la producción ovina.
La comitiva estuvo representada por una treintena de artesanos y pequeños productores de humilde condición quienes viven en localidades como Pilquiniyeu del Limay, Pichi Leufu, Comallo, Mencué, entre otros lugares.
Con 14.000 firmas bajo el brazo llegó esta delegación bajo el auspicio de diversas entidades de la sociedad civil.
Se trata de la Asociación Surcos Patagónicos, la Fundación Avina, la Vicaría de la Fraternidad, el programa Social Agropecuario (PSA).
Todos dejaron sentado para tratamiento legislativo la creación de un sistema de economía social y mercados productivos artesanales.
La propuesta busca aglutinar a pequeños productores que no están reconocidos como sujetos de la economía formal, y cuyo aislamiento dificulta la organización comunitaria y el acceso a los mercados.
A través de la creación de un registro provincial de mercados productivos artesanales, estos productores tendrán mayores posibilidades de realizar proyecciones económicas y hacer valer sus derechos genuinos a la generación de ingresos.
Las firmas que obtuvieron a partir de un trabajo en red promovidos por las comunidades de productores y artesanos, quienes reclutaron adhesiones en 58 puntos de la provincia mediante un trabajo voluntario de 90 personas que se encargaron de difundir la propuesta.
El documento surgió como resultado de un proceso iniciado en 2005 cuando se realizó una consulta a productores artesanales, técnicos, profesionales y autoridades a fin de indagar sobre cómo lograr una expansión y mejoramiento y calidad de vida en las áreas rurales. La propuesta permitirá determinar la calificación de la producción agropecuaria en parajes alejados.