NEUQUÉN (AN).- La semana que viene comenzará a verse el impacto de los concursos convocados por la subsecretaría de Salud para ocupar 38 vacantes en el hospital Castro Rendón.
El resultado del llamado es de vital importancia para saber si las prestaciones más importantes experimentarán mejorías.
Un comité integrado por parte de la conducción se encargará de analizar desde el miércoles cuántos están dispuestos a venir y quiénes son. Es decir, verificará antecedentes de los postulantes que acusaron recibo de la convocatoria realizada en todo el país.
El concurso forma parte de un plan para apuntalar el servicio, luego de la severa crisis que tuvo uno de sus períodos más cruentos en los últimos cuatro años. Surge en para
lelo con otro llamado direccionado a residentes, para cubrir 11 vacantes, también en el Castro Rendón y en el hospital de Zapala. Se apunta a especializar a médicos generalistas, tocoginecólogos, anestesistas y neonatólogos. La fecha de inscripción cierra el 1 de julio.
Sin duda, de los dos llamados, el que tendrá efectos más claros en el corto plazo es el de los médicos ya formados, cuyo plazo de inscripción termina el lunes.
Ambas convocatoria tienen como trasfondo la situación salarial del sistema. Los profesionales sostienen que las recomposiciones otorgadas
durante el último tiempo están lejos de ser un aliciente. Entre los profesionales requeridos figuran ginecólogos, otorrinolaringólogos, y otras especialidades del sector ambulatorio.
De cubrirse en su totalidad, serían un gran espaldarazo para el sistema. Aunque médicos de la institución muestran son escépticos sobre el número de postulantes con que finalmente se cerrará la convocatoria, del mismo modo que lo viene planteando el Sindicato de Profesionales, que reclama un ámbito de discusión salarial al gobernador Jorge Sapag. En rigor, el personal requerido representa poco menos de la mitad del que se necesita para toda la provincia. A principios de año eran poco más de 100 los cargos vacantes.
A este panorama hay que sumar los nuevos cargos que habrá que cubrir en los hospitales que la provincia inaugurará en un corto plazo. Entre ellos los hospitales de Plottier y el barrio Almafuerte. Será un doble desembolso: también se deberá licitar los costosos insumos médicos para cada institución.
Los hospitales públicos fueron objeto de un constante éxodo durante los últimos años. El personal, en medio de un extenso conflicto salarial y político-institucional, decidió buscar otros horizontes dentro de las clínicas privadas.
Parte de este problema provocó la movilización de pacientes, durante el año pasado, luego de no poder acceder a operaciones programadas dentro del Castro Rendón, el que atiende los casos de mayor complejidad.
