Después de 24 años, España volverá a disputar una final de un torneo internacional. Ayer volvió a mostrarse como una verdadera selección de primer nivel mundial al apabullar 3-0 a Rusia. El domingo definirá el título con la poderosa Alemania.

Casi un cuarto de siglo de frustraciones y festejos contenidos para un equipo que parece haber recuperado la "Furia Roja" de otros tiempos.

Ayer el equipo de Luis Aragonés prácticamente borró a Rusia de la cancha y ganó con absoluta superioridad.

Después de unas oportunas intervenciones de Casillas, sobre la media hora, el goleador español, David Villa ejecutó un tiro libre desde 25 metros y se lesionó la pierna derecha. En su lugar ingresó Fábregas, que precisamente inició la jugada del 1-0 a poco del arranque del complemento.

El jugador del Arsenal tocó para Iniesta que entró al área y la cruzó para Xavi. El volante del Barcelona anticipó a Igor Semshov y definió de derecha.

Los españoles lograban así cumplir con su propósito: la ventaja en el marcador y

obligar a Rusia a salir de su guarida para buscar el empate.

Con espacios, España fue letal. El segundo gol fue para poner en un recuadro. Nuevamente Fábregas, puso una exquisita habilitación a Güiza con un toque de primera por arriba de la defensa rusa.

El máximo artillero de la última liga española la paró de pecho y definió de derecha ante la salida de Akinfeyev. A diez del final, Fábregas salió de contragolpe por izquierda y le dio el pase a Silva, que de zurda anotó el 3-0.

La última vez que había llegado a una final, había sido en 1984 cuando cayó en la definición frente Francia. El domingo, frente a Alemania, tratará de conquistar su segundo título europeo luego del conseguido en 1964.