El cantautor y guitarrista Luis Alberto Spinetta uno de los pioneros del llamado rock nacional, editó ayer su nuevo disco de estudio "Un mañana", sucesor del anterior, "Pan".

Spinetta ex integrante de las míticas agrupaciones Almendra, Pescado Rabioso, Spinetta Jade y Los Socios del Desierto, edita de esta forma su álbum 36 en 41 años de carrera.

La placa fue grabada en su propio estudio, "La Diosa Salvaje", con un sonido cálido y expansivo, ya que fue registrado en cinta analógica - con todo el grupo tocando juntos-, y luego volcado a la tecnología digital.

Fue producido por el propio "flaco" y contiene 12 nuevas canciones de su autoría, con excepción de "Hombre de luz", que pertenece a su padre, Luís Santiago Spinetta.

El autor de reconocidas composiciones como "Muchachas ojos de papel" y "Los niños que escriben en el cielo", continúa al frente de la banda que había hecho su debut en su álbum anterior, "Pan" (2005), integrada por Claudio Cardone en teclados, Sergio Verdinelli en batería y Nerina Nicotra en bajo.

Sólo que en esta ocasión, añadió otros músicos, "violeros estrellas invitadas" (según sus propias palabras), como Baltasar Comotto, que aporta los solos de "Vacío sideral" y "Despierta en la brisa"; Nicolás Ibarburu (banda de Jaime Roos) que participa en "Canción de amor para Olga", "Tu vuelo al fin" y "Para soñar". Sartén Asaresi -actualmente radicado en Suiza-, contribuye con el solo final de "Mi elemento" y Valentino Spinetta, su hijo, suma sus teclados a "No quiere decir".

Incluso el original arte del CD, a cargo del premiado diseñador Alejandro Ros, quizás también recuerde a algunos -por su forma totalmente fuera de lo convencional- la tapa de otro álbum histórico en la carrera de Spinetta, el clásico "Artaud".

"Un Mañana" es un álbum fuertemente impregnado por las pérdidas de personas cercanas al artista. Entre ellas, el baterista Daniel Wirtz y los chicos del Colegio Ecos fallecidos en la Tragedia de Santa Fe en Octubre de 2006, cuyos familiares crearon Conduciendo A Conciencia, entidad que Spinetta viene apoyando de diversas formas.

Sin embargo, y quizás por eso mismo, este trabajo es luminoso y esperanzado, quizás como un antídoto -para usar una frase del propio Luis - "contra todos los males de este mundo".

Por eso, Spinetta define este álbum como "una entrega amorosa. Creo que es un momento breve el que podemos estar acá, maravilloso para hacer cosas buenas. Llámese música, ayudar a estos padres, o lo que sea que haya que hacer, hay que hacerlo bien, y punto". (Télam)