BUENOS AIRES (Télam).- Un joven murió ayer y otros tres fueron detenidos, tras tirotearse con la policía cuando huían en un taxi luego de asaltar una pizzería del barrio porteño de Boedo, informaron fuentes policiales. Durante el hecho, también quedó herido un efectivo de la Policía Federal que sufrió un roce de bala, aunque está fuera de peligro.
El episodio se inició cerca de la una, cuando una banda compuesta por tres hombres y una mujer armados con pistolas, asaltó la pizzería San Antonio, situada en Carlos Calvo 4.335. Tres de los delincuentes amenazaron de muerte a un cliente y a cinco empleados, tras lo cual robaron unos 2.000 pesos, tarjetas de crédito y varios teléfonos celulares.
Consumado el robo, la banda subió a un taxi Chevrolet Corsa aparentemente robado, en el que los esperaba en la puerta un cómplice.
La huida fue advertida por policías de la seccional Décima que estaban a bordo de un patrullero, quienes irradiaron un alerta general y comenzaron a perseguir a los sospechosos.
A los pocos minutos varios móviles policiales se sumaron a la persecución de los delincuentes, quienes se desplazaron a alta velocidad por distintas calles, varias tomadas de contramano.
En el cruce Camilo Torres y Riestra, en el bajo Flores, los delincuentes detuvieron la marcha del taxi, se bajaron y uno de ellos comenzó a disparar contra los policías, por lo que se generó un tiroteo, según la información policial.
Uno de los sindicados ladrones, de 17 años, resultó herido de gravedad y murió cuando era llevado a un hospital de la zona, mientras que un policía sufrió un roce de bala, aunque está fuera de peligro, agregaron los voceros.
En tanto, otros dos muchachos, de 22 y 26 años, y una mujer de 22, se arrojaron al suelo, se entregaron y quedaron detenidos.
La policía logró recuperar lo robado en la pizzería y secuestró un arma que llevaban los asaltantes, que resultó ser un revólver calibre 32.
Ayer a la mañana el mozo del local dijo que durante el asalto los ladrones los "maltrataron" y que todo el tiempo amenazaban con matarlos. Según el empleado, el taxi en el que escaparon los delincuentes los estaba esperando, ya que escuchó cuando uno les gritaba a los otros: "Vamos que el taxi nos está esperando".
El mozo dijo que la policía vio cuando se iban, les hizo luces, y como no frenaron los persiguió.