NUEVA YORK (AFP) - Los precios del barril de petróleo superaron por primera vez en su historia la barra de los 140 dólares ayer en Nueva York y Londres luego de la caída del dólar, que hace más barato el crudo y luego de que la OPEP advirtiera que podrían alcanzar los
170 dólares este año.
En Nueva York, el barril de West Texas Intermediate (designación del "light sweet crude" negociado en EEUU) para entrega en agosto subió ha sta los 140,05 dólares, terminando la sesión en 139,64 dólares, igualmente un récord de cierre.
En Londres, el Brent, más pesado, alcanzó 140,56 dólares, un récord absoluto, terminando la sesión en 139,83 dólares, también un récord de cierre.
Los precios del petróleo más que se duplicaron en ambas márgenes del Atlántico en un año. El jueves subieron más de 5 dólares en una sesión. La moneda estadounidense bajó a más de 1,57 dólar por euro también el jueves.
La debilidad del billete verde favorece las compras de materias primas cotizadas en dólares, como es el caso del petróleo, para inversores que disponen de divisas más fuertes. El dólar perdió terreno contra las principales monedas luego de que la Reserva Federal dejara sin cambios su tasa directriz, en 2%.
Este escenario es desfavorable para el billete verde, puesto que los depósitos en euros se tornan más atractivos.
Como señal de que la disparada de las cotizaciones no terminó, el presidente de la OPEP Chakib Khelil, dijo que los precios del barril de petróleo podrían alcanzar entre 150 y 170 dólares "durante este verano", en una entrevista con la red televisiva France 24. Para Ben Tscocanos, analista de Standard & Poor's, "se ha franqueado un hito psicológico". "Los mercados parecen estar tranquilos con el petróleo caro puesto que los inversionistas se aferran a cualquier elemento que pueda justificar una compra para entrar en el mercado. Hoy es el dólar y mañana podrá ser una huelga en un yacimiento de Nigeria, por ejemplo", afirma Tscocanos.
En general, los mercados petroleros temen que la oferta de crudo no sea suficiente para satisfacer una demanda que crece sin cesar, especialmente en los países emergentes como China e India, donde millones de consumidores aspiran a un estilo de vida occidental.
En este contexto de equilibrio entre los fundamentos, la posibilidad de una reducción de la producción en Libia, mencionada por el presidente del grupo petrolero público National Oil, Shokri Ghanem, ha sembrado el pánico. En efecto, Trípoli estaría proyectando reducir su producción en caso de eventuales persecuciones estadounidenses, según declaraciones de Ghanem . Libia es el tercer productor africano de crudo tras Angola y Nigeria.