Jueves 26 de Junio de 2008 Edicion impresa pag. 08 y 09 > Regionales
Sobisch dijo que no recuerda haber asumido la responsabilidad política
Se presentó a declarar en el juicio. Aclaró que no iba a responder preguntas que lo incriminaran. Se desmarcó de la represión. No habló de "órdenes" sino de "instrucciones" al jefe de Policía para que "no se utilizara la violencia". Dijo que el poder político no controla a la Policía, y que lo debe hacer la Justicia.

NEUQUÉN (AN)- Jorge Sobisch dijo que no recordaba haber asumido la responsabilidad política por la represión desatada en Arroyito el 4 de abril del 2007, cuando fue herido de muerte el docente Carlos Fuentealba. Descargó el peso de lo sucedido sobre quien era su jefe de Policía, Carlos Zalazar, a quien le impartió "instrucciones" para que "no se utilizara la violencia" aunque luego afirmó que le pidió "que hiciera lo imposible por liberar el tránsito" en la Ruta 22 que planeaba cortar el gremio ATEN.

Tenso, con hablar muy pausado y lejos de la imagen que exhibió hasta el 10 de diciembre del año pasado, el ex gobernador se presentó ayer a declarar en la decimocuarta jornada del juicio por el asesinato de Carlos Fuentealba, en el que está imputado el cabo primero José Poblete. El Tribunal dispuso un cuarto intermedio hasta el lunes, cuando se realizarán los alegatos (ver página 10).

Lo primero que hizo Sobisch al sentarse ante los jueces fue remarcar: "que quede claro que estoy acá como testigo; no voy a contestar preguntas que tengan la finalidad de incriminarme".

Los 75 minutos que estuvo frente al tribunal respondió todas las preguntas. La inmensa mayoría las formuló el abogado que representa a la viuda del docente, Gustavo Palmieri. La fiscalía hizo unas pocas, el defensor ninguna y tampoco los jueces. El camarista Luis Fernández se preocupó por aclarar que él se había opuesto a que citen al ex gobernador y que por eso desistía de interrogarlo.

La sala estuvo repleta de dirigentes gremiales y docentes. En un rincón se sentó un puñado de leales a Sobisch, entre ellos sus hijos y algunos ex ministros. Otros partidarios se concentraron sobre calle Corrientes, por donde entró y salió el ex mandatario bajo fuertes medidas de seguridad que provocaron un caos en el tránsito.

Sobisch estaba citado para el martes pero envió un fax para informar que se encontraba en Mendoza y que se había enterado por los medios que lo requerían como testigo. Ayer insistió en que no había recibido una notificación formal pero igual se presentó porque lo consideró "mi obligación".

En su declaración, dijo que el 3 de abril del 2007 a la noche tuvo una reunión a solas con Zalazar en la cual "le di instrucciones muy precisas para que no se utilizara la violencia y se dejara manifestar libremente. A partir de ese momento todo quedó en manos del jefe de Policía".

Se despegó de todo lo sucedido en Arroyito al afirmar que "un operativo policial se hace con técnicas profesionales que no las maneja el poder político". Y cuando Palmieri le preguntó quién supervisa a la Policía, respondió: "la Justicia".

Respecto de la presencia del entonces subsecretario de Seguridad, Raúl Pascuarelli, en el operativo, indicó que "fue porque lo invitó el jefe de Policía. Yo me enteré después". Según sus dichos, no habló con el ex funcionario antes, durante ni después de la represión. "Lo volví a ver el día que le pedí su renuncia", aseguró.

También negó que haya actuado como un representante del Ejecutivo en el lugar, al calificar al subsecretario de "un auxiliar que trabaja a partir de las instrucciones que le imparte un ministro".

Sobre la manera en que se enteró "del problema en Arroyito", según sus palabras, ofreció dos versiones. Primero dijo que estaba en un velorio y que Zalazar lo llamó por teléfono para contarle; luego -ante una pregunta de la fiscalía- señaló que se enteró "por los medios de comunicación".

Sobisch dijo también que le había pedido la renuncia al jefe de Policía "para construir la paz social. No tiene que ver con aspectos técnicos, yo no tenía elementos para juzgar profesionalmente" a Zalazar.

Tuvo dos llamativos olvidos. Uno, cuando le preguntaron si recordaba la conferencia de prensa en la cual había asumido la responsabilidad política del hecho.

Dijo que "había muchos movileros, se superponían para hablar, no puedo precisar las preguntas ni las respuestas". El otro, respecto de la zona liberada de Plaza Huincul, cuando ordenó a la policía que no interviniera en un enfrentamiento entre supuestos obreros de la UOCRA y docentes, el 30 de marzo del 2006. Interrogado sobre este punto, contestó que "en mis 12 años de gobernador tuve más de 100 cortes, me resulta difícil recordar alguno en particular".

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí