Jueves 26 de Junio de 2008 Edicion impresa pag. 42 > Deportes
La maldición de Racing se trasladó a Córdoba
Fue mucho más que Belgrano, pero terminó en empate. Igual, el domingo le alcanzará con no perder.

Las palabras de Franco Sosa, después del partido sonaron elocuentes: "Fuimos superiores, pero estas cosas le suceden a Racing desde hace mucho tiempo". La traducción es sencilla: La Academia mereció mejor suerte en Córdoba, pero un error defensivo le permitió a Belgrano llegar a la igualdad (1-1) y quedar con vida para la vuelta, que se jugará a las 15 del domingo en Avellaneda.

¿Cómo sigue la historia? Al equipo de Llop le alcanzará con no perder para mantenerse en Primera. Los primeros 45 fueron todos de Racing, que siempre tuvo un cambio más que los cordobeses. La supremacía de la Academia fue tal, que las llegadas de los locales se resumieron a la nada.

En cambio, los muchachos de Llop mostraron mentalidad ganadora y una enorme actitud para ir en busca del triunfo. 25 mil personas fueron testigos de un cuarto de hora realmente duro, con piernas fuerte, golpe y algo de mala intención. El ganador en este rubro fue el volante local Luciano Lollo, que le pegó a todo el mundo e incluso le aplicó una trompada a Yacob. Antes de ese incidente, el árbitro Bassi acertó en no cobrar un aparente penal sobre el gran delantero "pirata" Matías Suárez.

El atacante fue lo mejor, pero estuvo muy solo debido al timorato esquema que plantó Mario Gómez. Racing pegó rápido, a los 14, cuando Franco Sosa le metió un pase bárbaro al "Colorado" Sava, que la mató de pecho y definió de derecha. Cuatro minutos después Olave desvió un cabezazo de Matías Sánchez que tenía destino de red y a los 25 el mismo volante y Erwin Avalos se comieron un gol increíble, frente al arco pero con Olave vencido. La última de la Academia, que debió irse al descanso con mayor ventaja, fue un zapatazo de Shaffer que dio en el travesaño.

La segunda parte fue otra historia. Racing retrocedió unos metros y compartió la posesión del balón. Además, Gómez se animó y mandó a la cancha a otro delantero (Gigli) y el final del partido lo encontraría jugando con 3.

El local fue con todo al ataque, sin muchas ideas pero apuntalado por el aliento de mile. La primera la tuvo a los 11 con un remate de Gigli, sobre los 23 Suárez los encaró a todos pero su remate se fue por arriba, aunque algunos minutos después el "Pirata" encontraría una injusta igualdad.

Corrían 31 cuando Yacob se la dio para atrás a Cáceres, que solo, y con el balón controlado, lo quiso tirar para adelante pero su rechazo dio en Suárez; la redonda fue a parar a los pies de Gigli, que encaró a Martínez Gullota y definió como mandan los libros. La bronca de Racing no tenía fin y para colmo, a los 48, Shaffer desperdició la última de los primeros 90.

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