WASHINGTON (AP).- Un grupo de científicos desenterró el cráneo del cuadrúpedo más primitivo en la historia, que podría ayudar a comprender mejor la evolución de los peces a animales más avanzados que salieron del agua para caminar sobre tierra firme.
El cráneo, hombros y parte de la pelvis del fósil acuático de 365 millones de años, Ventastega curonica, fueron hallados en Letonia, informan los investigadores en un estudio publicado en la revista "Nature". Aunque Ventastega es probablemente un punto muerto en la evolución, su hallazgo arroja nueva luz sobre la transición de los peces a los tetrápodos. Estos son animales con cuatro miembros e incluyen descendientes como anfibios, aves y mamíferos.
Aunque ya encontraron un animal ligeramente más antiguo que era más pez que tetrápodo, Ventastega es por el contrario más tetrápodo que pez. La criatura de aspecto temible probablemente nadó en aguas salobres y poco profundas, medía de 90 centímetros a 1,20 metros y se alimentaba de peces. Probablemente tenía miembros pequeños y gruesos con un número desconocido de dedos, dijeron.
"De verlo a la distancia habría parecido como un pequeño caimán, pero de cerca uno habría notado su aleta dorsal", dijo el autor principal Per Ahlberg, profesor de biología evolutiva en la Universidad de Upsala en Suecia. "Me imagino que era un animal que podía desplazarse sobre bancos de arena sin dificultad alguna."
Todo esto ocurrió más de 100 millones de años antes de los primeros dinosaurios. Los científicos no creen que los cuadrúpedos evolucionaron directamente de Ventastega. Es más probable que en la filogenia de los tetrápodos, Ventastega sea un desprendimiento que desapareció.
Ahlberg no halló las patas ni los dedos de Ventastega, pero dedujo que era cuadrúpedo debido a los fragmentos de pelvis y hombros que se encontraron. Una cuestión que los científicos tratan de descifrar es por qué los peces empezaron a desarrollar lo que más adelante serían patas. Edward Daeschler, curador de zoología de vertebrados en la Academia de Ciencias Naturales en Filadelfia, conjetura que el agua era tan poco profunda que criaturas como Ventastega tenían una ventaja evolutiva al caminar en vez de nadar.