NEUQUÉN (AN)- Desde lo formal, fue un testigo más. Pero en lo real se notó la diferencia: entró a la vieja Legislatura por calle Corrientes, en medio de un impresionante operativo de seguridad y a la vista de pocos periodistas, miró en redondo toda la sala y se fue protegido por los policías de los fotógrafos que violaron la cuestionable disposición del tribunal que impide tomarles fotos a los testigos, aun aquellos que son figuras harto públicas.
Jorge Sobisch declaró como testigo durante 75 minutos. Es la segunda vez que se sienta frente a una Cámara penal; la anterior fue como acusado de gestionar indebidamente un crédito para su imprenta (y resultó absuelto
porque no lo acusó el fiscal, que fue Ricardo Mendaña). En ambas ocasiones se rodeó de sus íntimos: ayer lo acompañaron en el interior de la sala Federico Brollo, Claudio Silvestrini, Marcelo Fernández Dötzel, María Oscos, Luis Jalil, Gloria Sifuentes, Eduardo Carbajo, Encarnación Lozano y Horacio Rachid entre otros pocos.
En su declaración no detuvo su mirada sobre la viuda Sandra Rodríguez, pero varias veces observó al imputado José Poblete.