INGENIERO JACOBACCI (AJ).- La decisión del Consejo Provincial de Educación de abrir dos nuevas tecnicaturas terciarias en la Región Sur rionegrina generó muchas expectativas en Sierra Colorada y Valcheta, localidades donde se dictarán. También abre un interrogante sobre el sostén de ambas estructuras y la calidad educativa.
La idea es brindar a los jóvenes de esas localidades las mismas posibilidades que tienen aquellos que viven en lugares donde existen institutos o universidades, buscar su contención y ayudarlos a capacitarse. Así lo afirmó el ministro de Educación, César Barbeito, en el marco de la recorrida que realizó hace algunos días por la Región Sur.
Las tecnicaturas, orientadas al turismo ambiental en Valcheta y al turismo o producción -aún no está definida- en Sierra Colorada comenzarían a dictarse en agosto y se sumarán a las tecnicaturas en Producción Ganadera que se dicta en Los Menucos y a la de Gestión de Empresas de Turismo que se dicta en el Instituto Terciario de Jacobacci.
En esta localidad, se dicta también Formación Docente, con una matrícula que supera los 90 alumnos, en el marco de un convenio con el Instituto de Bariloche.
Si bien la intención del CPE es buena porque, de alguna manera pone en igualdad de condiciones a muchos jóvenes de la zona, la realidad marca la debilidad que presentan los pueblos de la Región Sur para sostener estas carreras terciarias y, sobre todo, para garantizar una formación de calidad.
De los distintos CEM y CENS de la región egresa un promedio de 200 alumnos anuales.
Sólo aquellos que tienen las posibilidades económicas siguen distintas carreras terciarias o universitarias de acuerdo a su vocación en distintos lugares del país. Otros abandonan los estudios y el resto -los menos- estudian en Jacobacci o Los Menucos, aunque sus preferencias no sean las carreras que se dictan.
Un año después de haberse abierto, el Instituto Terciario de Los Menucos, donde viven unas 4500 personas, no tuvo inscriptos para el ciclo lectivo 2008 y su matrícula actual promedia los 20 alumnos.
Por su lado, el Instituto de Jacobacci -10.000 habitantes- recibió este año a sólo una veintena de alumnos ingresantes, que se suman a un número similar que ingresaron al segundo cuatrimestre de la tecnicatura en Gestión de Empresas de Turismo.
A la escasez de alumnos se le suma la falta de recursos humanos en cada localidad, debido a la poca cantidad de profesionales.
Un ejemplo claro se da por estos días en Jacobacci, donde desde hace un mes llaman a cubrir seis cargos y hasta ayer sólo se habían recepcionado dos proyectos.
Esta carencia lleva en muchos casos a perder el cuatrimestre o a designar a idóneos para el dictado de materias específicas. Otro obstáculo es la falta de bibliografía para carreras relacionadas a las actividades productivas regionales.
Ante estos argumentos, sería más productivo potenciar los institutos que funcionan actualmente en vez de generar nuevas estructuras, cuya sustentabilidad, a juzgar por la realidad, no estarán garantizadas en el futuro.
Garantizar calidad resulta prioritario antes que brindar cantidad, porque seguir creando institutos sin tener docentes para que dicten las materias, resulta incomprensible.