A seis meses del estallido del escándalo de las franquicias diplomáticas, el juez en lo penal económico Jorge Brugo, que investiga el contrabando agravado de vehículos con ese beneficio, indagó ayer a una de las empleadas de Cancillería que se despegó de la maniobra e insistió en que ella no tomaba las decisiones.
Se trata María Cristina Santander, empleada del área Franquicias de Cancillería, quien -según indicaron fuentes judiciales- negó las pruebas en su contra durante cuatro horas de declaración y contestó todas las preguntas del juez y la fiscalía. "Yo era una empleada administrativa y no tenía decisiones sobre las franquicias que se concedían", señalaron las fuentes que dijo la mujer en la audiencia donde buscó rebatir los indicios que la convirtieron en sospechosa de integrar una red que habría hecho negocios con autos con franquicias diplomáticas que, así, evitaban el pago de los impuestos obligatorios para cualquier ciudadano común.
Santander ya había declarado a fines de abril ante el juez federal Norberto Oyarbide por la investigación sobre este mismo caso que se sigue en los tribunales de Comodoro Py 2002. Precisamente, en las últimas semanas, ambas causas habían frenado su impulso por las resoluciones que deben dictar las cámaras de ambos fueros.
La Cámara Federal debe resolver si envía esa parte de la investigación al juez Brugo, tal como lo decidió el juez Oyarbide ante la oposición de las defensas. Brugo ya había reclamado la potestad de la investigación y, aunque en un primer momento comenzó a trabajar sobre los intermediarios y los que se quedaron con los vehículos, hace un mes indagó y procesó al ex jefe de Franquicias Jorge Matas por contrabando agravado. (DyN)