WASHINGTON (AFP).- La Corte Suprema de Estados Unidos invalidó ayer una condena a muerte por la violación de una niña, estimando por una pequeña mayoría que la pena capital sólo puede aplicarse a los asesinos.
Por cinco votos contra cuatro, la mayor instancia judicial del país consideró que la pena de muerte constituye un "castigo cruel e inhabitual" prohibido por la Constitución "en caso de violación a un niño cuando el crimen no generó la muerte y no tenía por objetivo generar la muerte".
La Corte precisó que aunque estas violaciones pueden ser particularmente atroces, no era posible establecer una lista de circunstancias agravantes que justificaran la pena capital sin dejar demasiado lugar a la arbitrariedad, una elección fuertemente criticada por los cuatro jueces de la minoría.
Desde hace algunos años en Estados Unidos ha endurecido la legislación contra los violadores de niños, a menudo pasibles de penas de hasta 25 años de prisión. Media docena de Estados incluso autorizan su condena a muerte.
El Estado de Luisiana (sur) fue el primero en adoptar esta medida en 1995, y el primero en aplicarla: Patrick Kennedy, de 43 años, fue condenado a muerte en 2003 por la violación de la hija de su compañera en 1998, cuando la niña tenía ocho años. La última ejecución en Estados Unidos de un criminal que no estaba implicado en un asesinato se remonta a 1964.
Invalidada
En 1977, la Corte Suprema estadounidense había invalidado la condena a muerte de un violador de una mujer adulta, estimando que la pena era desproporcionada. Pero en mayo de 2007, la Corte Suprema de Luisiana validó la condena de Kennedy, estimando que la decisión de 1977 no se aplicaba al caso de violación de una niña de menos de 12 años.
Tras la decisión de la Corte Suprema, una nueva audiencia determinará la pena de Patrick Kennedy.