El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, volvió a atacar ayer a la justicia de su país al afirmar que cada vez hay más "jueces políticos" y que constituyen una "metástasis de la democracia", tras lo cual fue silbado por su auditorio.
Los ciudadanos tienen derecho a ser gobernados por aquellos a los que han votado democráticamente, dijo el magnate de los medios durante el encuentro anual de la Confederación de Comerciantes y Empresarios. Berlusconi aseguró que no permitirá que ese derecho sea disputado por jueces que presentan "falsas acusaciones" contra él.
Estas declaraciones fueron recibidas por el auditorio con un pitido generalizado y aplausos aislados, según los medios.
El controvertido mandatario está involucrado en un proceso de corrupción en Milán. El fiscal general del Estado lo acusa de haber pagado 600.000 dólares al abogado británico David Mills para que ofreciera falso testimonio en un proceso contra el grupo de medios Mediaset, de Berlusconi.
Si el político no logra suspender el caso por medio de nuevas leyes, el juicio tendrá lugar pronto. El gobierno aprobó ayer en el senado un paquete de leyes según el cual todos los procesos relativos a delitos anteriores a junio de 2002 se detienen por 12 meses. El plazo serviría a los tribunales para concentrarse en delitos como crímenes mafiosos o terrorismo. La oposición de izquierda votó en contra del plan.
Según los medios, el primer ministro prevé ahora aprobar una ley de inmunidad que prohibirá investigar a los cinco principales funcionarios del Estado.