No es fácil hallar los libros de Margaret Atwood en la Argentina, aparecen y desaparecen en la marea de la importación, ya que las ediciones que aquí nos llegan son de editoriales españolas. Se encuentran a cuentagotas y salvo alguna excepción -como lo fue el lanzamiento de "Oryx y Crake" de Ediciones B- conseguir sus obras es casi la búsqueda del tesoro, en la que siempre es bueno tener a mano la ayuda de una librería amiga.
Su difusión errática hace que Margaret Atwood sea una escritora poco conocida por los lectores argentinos, aunque en España la mayoría de sus libros han sido traducidos. Aquí es casi una autora de "culto", un secreto que se va pasando boca a boca, libro a libro. Cuando más se escucha su nombre es cada vez que se abre la "temporada del Nobel", premio al que es una de las recurrentes candidatas.
Poesía, ensayo, cuentos y novelas son parte de su extensa obra literaria y en todos los géneros es una y es distinta. En la poesía despliega con inteligencia su sensibilidad y conocimiento del uso de la palabra y en la narrativa ella misma se define como más "racional", pero en ambas están presentes los temas que la preocupan y sobre los que le interesa escribir: su visión del mundo contemporáneo y el lugar de la mujer en la sociedad.
Cada libro de Atwood es diferente y no sólo por las historias que cuenta. Siempre sorprende. No se encasilla en ningún género, puede pasar de la ciencia ficción a la "novela rosa", la reconstrucción del mito o entrelazar pasado y presente con una novela dentro de su novela.
Entre sus obras la distopía "El cuento de la criada" -novela que fue llevada al cine por Volker Schlöndorff con Natasha Richardson, Faye Dunaway, Aidan Quinn y Robert Duvall como protagonistas- en su mo
mento fue comparada con "1984" y "Un mundo feliz". En ella Atwood describe a partir del relato de una "criada" un mundo dictatorial en el que las mujeres fértiles pasan a ser instrumento y propiedad de los hombres poderosos que imponen su propio orden a través de las armas y la religión. Es un relato en el que se vislumbran situaciones que se repiten en el planeta contado con un dejo de ironía, nostalgia y hasta una dosis de culpa por no haber interpretado las señales que preanunciaban la tragedia. Algo que resume un una oración muy corta: "El peligro es gris".
Distinto es el tono que emplea en "Oryx y Crake", también una novela de ciencia ficción, aquí nos envuelve casi en la aventura de un sobreviviente que es testigo y acompañante de la transformación de los humanos en algo diferente. Allí habla de lo que estamos haciendo con nuestra Tierra, pero sobre todo de la incomunicación.
Dando otra vuelta de tuerca en "Penélope y la doce criadas" le da voz a la esposa de Ulises y es ella la que con mucho humor cuenta su historia desde el mundo de los muertos y se lamenta de haberse convertido en "un palo con el que pegar a otras mujeres".
Entre cuento de hadas y la novela rosa va "Doña Oráculo", también una novela, en la que su protagonista cambia transformándose en mujeres diferentes hasta encontrás su propia identidad. Punto de vista feminista que reaparece en los cuentos de sus "Chicas bailarinas".
Futuros apocalípticos, mitos eternos, personajes cotidianos y extraordinarios pueblan los libros de Margaret Atwood y en ellos lleva a los lectores a la reflexión sobre nuestro presente.