VIEDMA (AV)- El problema de derrame de líquidos cloacales en el barrio América reparte culpas entre los vecinos, la empresa Aguas Rionegrinas y el Departamento Provincial de Aguas (DPA).

El disparador de la controversia fue un pedido de informes elevado a la Legislatura provincial en la que se exigen precisiones sobre las medidas que fueron adoptadas por la empresa para solucionar los inconvenientes.

Los legisladores de la oposición encabezados por Facundo López (Encuentro) expresaron su pretensión de conocer los motivos que generan las pérdidas y si provienen de cañerías que están a cargo de Aguas Rionegrinas en cuanto a su mantenimiento.

Esta empresa estatal respondió que los inconvenientes están ubicados en las redes de distribución interna a raíz de la "total falta de colaboración" por parte de los vecinos.

La empresa hizo una radiografía de malos ejemplos como la improvisada aparición de playas de estacionamiento vehicular, con rodados circulando por encima de cañerías, y desagües obstruídos por todo tipo de objetos.

Tanto la empresa como el DPA observaron otra cuestión que implica un retroceso debido a que no está formado el consorcio que pueda administrar la red interna.

El DPA indicó luego a los legisladores que los requerimientos están siendo atendidos mediante un contrato de prestación de servicios apuntando a reparar las averías.

El miembro de la Junta Vecinal, Antonio Salas, reconoció ante "Río Negro" que la convivencia no ayuda y "la gente tira de todo" a las cañerías, pero no todo es estricta responsabilidad de los vecinos, ya que a su criterio, los conductos son muy antiguos y los arreglos tienen un carácter parcial.

El barrio construido en propiedad horizontal tiene unos 24 años de antigüedad, y desde entonces, las cañerías no se han cambiado. Allí hay unos 500 departamentos y los desbordes datan desde hace varios años.

Como soporte técnico logístico en búsqueda de soluciones, recientemente el intendente Jorge Ferreira y el titular de ARSA, Jorge Isaac, firmaron un convenio a fin de contratar personal de mantenimiento permanente. Las cuadrillas deben velar por el correcto funcionamiento de los sistemas internos.

Este equipo de trabajo tiene dependencia de la Junta Vecinal quedando a cargo de ARSA la inspección de las tareas realizadas y el pago mensual de la mano de obra de los trabajos realizados.

El acuerdo prevé afrontar tareas similares en otros barrios de la ciudad con un presupuesto de 212.100 pesos.