MADRID/PARÍS (DPA/ AFP).- El gobierno español ratificó ayer que los planes para estimular el "regreso voluntario" de inmigrantes será permanente, mientras el presidente francés Nicolas Sarkozy sostuvo ayer que durante su presidencia de la UE promoverá nuevas medidas restrictivas de la inmigración, pese a las protestas de varios países de América Latina y África.
El ministro de Trabajo e Inmigración español, Celestino Corbacho, afirmó ayer que los planes de regreso voluntario para inmigrantes que el gobierno tiene previsto aprobar en septiembre son "permanentes". "Esta medida no la considero de coyuntura, sino permanente", afirmó Corbacho afirmó en un desayuno informativo, que la consideró "una oportunidad para el inmigrante y no una discriminación".
La brusca desaceleración económica que sufre España ha originado un incremento del desempleo que llegó al 11%, especialmente en el sector de la construcción, que está afectando con especial fuerza a los inmigrantes, lo que ha llevado al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero a idear medidas voluntarias de retorno de los inmigrantes. Prevé que los extranjeros que regresen a su país puedan cobrar en dos plazos el subsidio por desempleo que le corresponda, el primero del 40% del total y el segundo del 60% una vez que hayan regresado a su país.
A la vez, el gobierno español garantizó ayer a 20 embajadores de países latinoamericanos que la directiva europea de retorno de indocumentados recientemente aprobada "no endurece" la legislación migratoria en España. La secretaria de estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, y la Unión Europea, Diego López Garrido, convocaron a los embajadores para "aclarar malos entendidos'' sobre esta directiva . Los embajadores habían expresado una gran preocupación por los 18 meses de retención que prevé la ley europea para los indocumentados. "Hemos dejado claro que en España nunca aplicaremos ese plazo'', argumentó Jiménez.
Por otra parte, una semana de comenzar su período presidencial al frente de la Unión Europea (UE), el presidente francés Nicolas Sarkozy pretende que Europa cierre aun más sus fronteras durante sus seis meses de mandato. Sarkozy pretende que sus proyectos denominados "Pacto por la Inmigración" y "Unión por el Mediterráneo", sean adoptados por Europa cuanto antes.
Sus objetivos principales serán que los 27 estados miembros se comprometan a "renunciar a las regularizaciones masivas". Otro punto
resistido es buscar favorecer la inmigración profesional, algo que Sarkozy ya transformó en ley en Francia a partir de potenciar la "inmigración escogida", medida acusada por América latina, Asia y África de potenciar una fuga
de cerebros hacia Europa.
Mientras tanto, el racismo está aumentando en Europa, según la nueva Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Entre 2000 y 2007 se produjo "una tendencia clara y muy preocupante" a más delitos de motivación racista, dijo la titular de la agencia, Anastasia Crickley. El estudio abarca a 11 de los 27 Estados de la UE. De acuerdo al documento, los delitos racistas aumentaron en Alemania, Dinamarca, Francia, Irlanda, Austria, Eslovaquia, Finlandia y Reino Unido.Crickley calificó de "especialmente crítica" la situación de los gitanos en Italia.