NEUQUÉN (AN).- La ong Convocatoria Neuquina impugnó ayer la postulación del juez federal Guillermo Labate para vocal del TSJ. Se adujo ausencia de idoneidad técnica y ética, y morosidad en el cumplimiento de la labor jurisdiccional.

Se detalló que, "como titular del juzgado 2 de Neuquén, Labate ha incurrido en forma reiterada en la omisión generalizada de acordar el debido trámite a los asuntos".

La impugnación se apoya en llamados de atención y sanciones de la Cámara Federal de General Roca y del Consejo de la Magistratura de la Nación. También en morosidad en el trámite de la causa Carrasco II, señalada por el Tribunal Oral Federal de Neuquén.

El escrito presentado en el ministerio de Justicia, Seguridad y Trabajo da cuenta de las advertencias planteadas por la Cámara Federal de Roca por "demoras en la labor jurisdiccional". Advierte además que la metodología de labor de Labate "resultaba incompatible con un adecuado servicio de justicia, revelando cuando menos un ejercicio indolente de la tarea".

Consultado por "Río Negro", Labate dijo que las demoras en los trámites del juzgado se debían a que "estaba absolutamente sobrecargado" y que su actuación no se podía evaluar "por un hecho aislado". No obstante, destacó que la resolución respecto de las impugnaciones se dará en el marco de la Legislatura.

Tal como se indica en la impugnación, en 2003, a partir de "14 informaciones sumarias labradas por la Cámara Federal de Roca" por "demora generalizada" en la tramitación de los expedientes, el Consejo de la Magistratura de la Nación sancionó al juez con una multa y, según transcribió la asociación civil, determinó "la ausencia de compromiso con la función jurisdiccional".

"El juzgado estaba sobrecargado. Así lo interpretó en 2005 la Cámara Federal en un fallo posterior", refutó el juez. "De los seis juzgados a cargo de la Cámara, el mío eleva el 65% de las causas y absorbe más de la mitad de lo que tramita en toda la circunscripción", dijo.

Por su actuación en la causa conocida como Carrasco II, Convocatoria imputó a Labate una "excesiva morosidad", que derivó en la "desvinculación definitiva de los acusados de toda responsabilidad penal". Labate respondió que lo tuvo dos años hasta que validó -no once, como se indica en el escrito- y que en medio tuvo una licencia "por agotamiento laboral".