Martes 24 de Junio de 2008 Edicion impresa pag. 45 > Cultura y Espectaculos
Historias de exiliados, de locura y extranjería
Llega la obra "Extrangueros, diario de un inmigrante"

NEUQUÉN (AN).- Historias de barcos, de hombres y mujeres que a principios del siglo pasado dejaron Europa para encontrar mejor futuro al otro lado del océano, pero también se dibujan historias de aquellos que se sienten extranjeros en el mismo lugar donde nacieron.

De todo esto trata la obra "Extrangueros, diario de un inmigrante", del grupo de Teatro del Bardo de Paraná, Entre Ríos, que se presentará en la región para el Circuito Nacional de Teatro organizado por la Cooperativa La Hormiga Circular.

Con la dirección de Valeria Folini y las actuaciones de Juan Kohner y Andrés Maín, "Extrangueros..." buscará sensibilizar el público de Neuquén mañana, a las 21:30, en el espacio multicultural Cada loco con su tema. Luego lo hará en General Roca (el jueves a las 21:30 en Casa de la Cultura), Cipolletti (el viernes a las 22 en Centro Cultural Municipal) y Villa Regina (el sábado a las 22 en la sala teatral de La Hormiga Circular). En la capital neuquina las entradas anticipadas se venden en Todomúsica.

La obra, escrita por Kohner (actor) y Maín (músico) hace unos años, aborda el tema de la inmigración inspirada en un diario que escribió el abuelo del primero en una de sus últimas internaciones psiquiátricas. "No es la historia biográfica, son algunos eventos de la historia personal y a partir de ahí tomamos ideas para trabajar otras cosas", explicó el actor a un medio digital de Paraná.    

Con todo, la puesta narra las historias de un inmigrante a través del relato de su esposa, en la memoria de sus hijos y nietos entre sus libros o entre sus objetos. "Una historia de inmigrantes, exiliados, de locura y extranjería", enfatizó el grupo teatral en la sinopsis del espectáculo.

Para reconstruir los retazos de la historia del personaje -en el que varios espectadores encontrarán imágenes o recuerdos de sus propias anécdotas familiares- los actores recurren al cruce de lenguajes "de manera insolente", como les gusta decir a ellos.

Durante 55 minutos, entonces, confluyen la danza, el teatro, la voz cantada y la voz hablada, la música y el texto, todas formas fértiles que les permitió encauzar los interrogantes sobre el tema de la inmigración. Mixtura que ayuda, sin duda, a poder hablar de ellos mismos a través de las biografías de sus abuelos.

"Trabajamos con la intuición de que ninguna forma por nosotros antes conocida, de manera dogmática y excluyente, podría darnos todas las armas necesarias para nuestra indagación. Menuda indagación: dejar aflorar la herencia inmaterial de nuestros abuelos en nosotros. De nuestros abuelos inmigrantes, de nuestros abuelos criollos, de la extranjería del que nació por estas tierras, al verse desplazado de la estructura socioeconómica por el recién llegado", explicaron.

Porque como sus abuelos que tuvieron que dejar una patria para construir otra, los artistas de Teatro del Bardo decidieron dejar las disciplinas recorridas (las "patrias" descubiertas) y navegar en otros mares menos conocidos, "intentando hallar tierra fértil para sus obsesiones".

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