-¿Vos podés vivir de tu trabajo en el folclore?

-Tengo la bendición de tener trabajo y de vivir de mi trabajo, para mí la música es placer, pero antes que nada es un trabajo del que vivo. Pero vivo trabajando en esto, para hacerlo cada día mejor, con más responsabilidad. Tengo mi casa, mi auto, mi estudio, doce familias que trabajan conmigo. Soy un bendecido por tener trabajo en lo que me gusta. Claro, si las cosas estuvieran mejor, todo estaría mejor para todos. Lo que lamento es este presente, donde uno no sabe dónde está parado.

-¿Cómo es una presentación tuya?

-Y es todo un tema, somos una familia casi, generalmente viajamos trece personas entre todo el equipo, se cobra por presentación y a eso se le suman los viáticos y el viaje.

-¿Y en esta crisis el trabajo se mantiene?

-No, el año pasado en esta época teníamos cuatro o cinco festivales al mes, ahora hace más de un mes que no tenemos ninguno.