ALLEN (AA).- La garita es una vieja promesa y los vecinos del barrio rural El Maruchito siguen aguardando el colectivo a la vera de la ruta provincial 65.
Una banquina angostísima es el lugar para la espera actualmente. A través de una ordenanza sancionada hace ya casi 4 años se le encomendó al Ejecutivo la construcción de un refugio, pero la norma se convirtió en letra muerta y quedó en el olvido.
Todos los días niños y adultos del barrio El Maruchito tienen que enfrentar la misma odisea. Esperar el colectivo en una banquina extremadamente angosta que no supera los 60 centímetros no es tarea fácil. En ese deteriorado tramo de la ruta provincial 65, en donde se encuentra el acceso al barrio, los vehículos circulan a gran velocidad y aguardar el colectivo para ir a la escuela o a trabajar se convierte en una amenaza que pone en riesgo la vida.
Con frío, lluvia o viento la desprotección también se hace sentir, aunque con una pequeña obra de construcción de un refugio podrían evitarse algunos peligros y brindarles a los vecinos la tranquilidad que necesitan.
Lo que llama la atención de esta situación es que el 15 de diciembre de 2005 el Concejo Deliberante de Allen sancionó una ordenanza para que el Ejecutivo construya una garita con iluminación en el ingreso al barrio El Maruchito y, además, se coloque cartelería para indicar la reducción de velocidad en esa zona.