Los países del Mercosur rechazaron ayer las nuevas disposición de la Unión Europea en materia de política migratoria, que se prevé, afectaría a miles de sudamericanos en ese continente
En una declaración divulgada ayer, ratificaron "su firme compromiso con la promoción y el respeto irrestricto de los derechos humanos de las personas migrantes y sus familias, independientemente de su condición migratoria, nacionalidad, origen étnico, género o edad". El bloque, cuya secretaría Pro témpore ostenta la Argentina, destacó la "necesidad de reconocer el principio de corresponsabilidad entre los países de origen, tránsito y destino de los flujos migratorios".
Desde Perú, el presidente Alan García propuso que los países miembros de la OEA se reúnan para definir una postura continental ante las nuevas leyes europeas que consideró "injustas" y discriminatorias. "Esto es poco cristiano", dijo García al comentar la "Directiva de retorno" .
El secretario general de la propia OEA, José Miguel Insulza dijo que "es una paradoja que mientras se negocian acuerdos importantes en materia comercial y se habla de alianzas estratégicas, se adoptan de manera unilateral medidas como la internación prolongada por 18 meses, que tratan como delincuentes a los inmigrantes ilegales, sin siquiera discutir ni negociar el tema con los gobiernos latinoamericanos".