VIEDMA (AV)- Unos 850 metros cúbicos diarios de desechos cloacales se siguen volcando en esta ciudad al río Negro como consecuencia de la salida de operaciones de la planta de tratamiento en noviembre pasado. Retomará las operaciones en dos meses, según la empresa Aguas Rionegrinas.
Los trabajos aún no concluidos tienen un presupuesto de unos $ 700.000.
Ese centro de servicios fue visitado por el subgerente de la Región Este de la empresa, Rubén Yordanoff, junto a los concejales del Frente para la Victoria, Luis Nievas y Liliana Andaloro.
Durante el recorrido, el directivo brindó datos acerca de los avances de la obra hasta la actualidad que fueron verificados por los ediles como la reparación de los terraplenes, y la impermeabilización de los taludes.
Actualmente se espera la llegada de nueve aireadores ya licitados, que se encuentran en la etapa de fabricación. Estos equipos se instalarán en cuatro lagunas que componen el sistema de estabilización de efluentes
Andaloro, dijo a "Río Negro", tras la recorrida que la obra "está terminada" pero como "se cumplieron 90 días sin que la reparación sea concluida fuimos a ver qué pasaba".
Indicó que Yordanoff "nos reconoció que el río se contamina con el volcado directo", por lo tanto "volveremos el 20 de agosto próximo para verificar si está en funcionamiento o no".
La concejal reflexionó con que a esta altura de los acontecimientos "se debería estar pensando en una ampliación porque la ciudad está creciendo y hay que pensar en una capacidad de recepción para 150.000 personas". Insistió en que "ya se debería estar buscando un terreno y financiamiento para construir una nueva".
La paralización fue aceptada por el DPA en noviembre pasado. Estaba en operaciones en el parque industrial desde 1997. En los últimos tiempos se detectaron filtraciones hacia el exterior en las cuatro piletas de grandes dimensiones.
Las filtraciones se produjeron al derrumbarse parte del talud de tierra compactada que cumple las funciones de contención. Las fallas se detectaron además en la cobertura de polietileno colocada en pisos y laterales. Las perforaciones encontradas hicieron resentir su impermeabilización, según los informes técnicos.
Ya se encuentra saturada en virtud de que fue diseñada para una capacidad receptiva de 50.000 habitantes, por lo que en los últimos tiempos habría sido superada con el incremento de la densidad poblacional.
La mayor dificultad radica en que los últimos complejos habitacionales fueron entregados por el Instituto de Promoción y Planificación de la Vivienda (IPPV) con el servicio cloacal. A ello se agregaron clientes del servicio de otros barrios de la ciudad beneficiados con la extensión de la red domiciliaria.