SAN CARLOS DE BARILOCHE (Télam).- Un niño de una familia de turistas neuquinos fue mordido por perros callejeros en San Carlos de Bariloche, lo que reavivó la polémica sobre la falta de control de estos animales y la repetición de estas situaciones en la ciudad, informaron ayer fuentes médicas y oficiales.

El hecho ocurrió el martes en el centro de la ciudad, donde cuatro perros vagabundos atacaron al chico, quien gracias a la rápida reacción de su padre, quien los ahuyentó a pedradas, sólo sufrió heridas leves.

El veterinario Horacio Voutier dijo a Télam que éste es "sólo un caso más de los 300 que suceden por año en Bariloche" y criticó la legislación municipal existente, que "promueve la política de perros en la calle", aseguró.

Una ordenanza del 2005, prohíbe a la Municipalidad recibir animales en cualquiera de sus dependencias, y la Carta Orgánica reformada en el 2006 no permite "el sacrificio como método de control de la población de la fauna urbana", comentó. Esa normativa fue realizada sin base técnica alguna y para dictar las leyes no consultaron a los veterinarios. Fueron normas promovidas por grupos proteccionistas de animales que cuando aparece un caso de estos se lavan las manos", expresó.

Voutier está de acuerdo con las campañas de esterilización y de concientización de tenencia responsable de mascotas, pero dijo que son "herramientas que por sí solas no resuelven el problema". La situación de los perros sueltos y mordedores es incontrolable con esta legislación" advirtió, y señaló que la Organización Mundial de la Salud establece que es preciso sacrificar a perros mordedores.

La encargada de Veterinaria y Zoonosis de la Municipalidad, Azucena Marín, reconoció que la estructura comunal "es totalmente limitada para enfrentar el problema. Tenemos capacidad para sólo 28 perros y los caniles están llenos". Melina de la Vega, de la organización no gubernamental "Dejando Huellas", defendió las campañas llevadas adelante por la entidad junto a la Municipalidad, y su efectividad.