Jueves 19 de Junio de 2008 Edicion impresa pag. 04 y 05 > Nacionales
Gualeguaychú fue el centro de las oraciones

Altos representantes de religiones Católica, Evangélica, Judía e Islámica, coincidieron anoche en Gualeguaychú en una oración ecuménica "por la paz social y el diálogo", en el marco del conflicto agropecuario.

La ceremonia se desarrolló en la plaza Urquiza, frente a la municipalidad de Gualeguaychú. Asistieron el rabino Sergio Bergman, y el máximo representante de la Comunidad Islámica, el shej Brahim Gabr y también arribaron altos referentes de las iglesias Católica y Evangelistas.

"Jesucristo, Señor de la historia, concédenos la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda", pidió el obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Lozano.

"Nos sentimos heridos y agobiados, necesitamos tu alivio y fortaleza. Queremos ser Nación, una Nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común. Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios, para amar a Dios sin excluir a nadie", expresó en su oración el representante católico.

El rabino Sergio Bergman expresó que "clamamos por nuestras autoridades y todos aquellos que representan a diferentes sectores de nuestra sociedad. Ilumínalos para que puedan consensuar y puedan encontrar un camino de paz".

En declaraciones periodísticas, Bergman llamó a vivir "sin revancha ni divisiones" y dijo que "Gualeguaychú tiene un lugar muy importante en la historia, ha sostenido convicciones, ha vivido de acuerdo a valores".

Agregó que "creo que en esta transformación para el habitante se haga ciudadano, Gualeguaychú tiene un lugar muy importante, no sólo por los actos de protesta sino por las alternativas creativas para que no se vulneren los derechos".

En el resto del país, numerosos fieles acudieron a las misas y oraciones ecuménicas e interreligiosas para rezar por la patria y la paz social, en el marco de una jornada de oración y ayuno convocada por los obispos ante el clima de "fragmentación social" por la prolongación del conflicto del campo.

Los templos católicos permanecieron abiertos durante todo el día para oficiar misas, rezar en forma la Oración por la Patria, acuñada por el Episcopado en plena crisis 2001-2002, y reunir a representantes de otros credos en oraciones por "el diálogo, el encuentro y la paz de todos los argentinos". (DyN)

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