Jueves 19 de Junio de 2008 Edicion impresa pag. 42 y 43 > Deportes
OPINION: El 6-0 a Perú, algo más que sospecha

A sólo dos días de su trigésimo aniversario, el 6-0 de Argentina a Perú en el Mundial 78, por mucho que le duela a los jugadores campeones, ya es algo más que una sospecha.

Toda una ironía, Perú perdió este martes también 6-0, ante Uruguay, por eliminatorias, un resultado de tenis inusual en el fútbol, pero bien posible en aquellos tiempos del '78, cuando la dictadura argentina entendió que no bastaba con organizar bien el Mundial, sino que también había que ganarlo.

Así lo afirma claramente el libro "Fuimos campeones", que el periodista Ricardo Gotta presentó el martes en Buenos Aires y que ofrece amplios detalles sobre la goleada a Perú, que permitió a Argentina superar a Brasil por diferencia de gol y avanzar a la final, que luego venció 3-1 ante Holanda, en tiempo extra.

El libro no ofrece denuncias directas y con nombre propio, pero sí exhibe numerosos datos, diálogos off the record y comunicaciones misteriosas que permiten establecer que la dictadura del general Jorge Videla acordó con el régimen militar peruano del general Jorge Morales Bermúdez la entrega de ese partido.

"Por un lado, se ejerció una tremenda acción sicológica para intimidar al equipo y, por el otro, creo que hubo un segundo escenario de corrupción, de soborno", dijo Gotta, en la presentación de su libro.

"Manga de mierdas... Espero que al menos repartan bien el dinero", expresó uno de los jugadores de la selección peruana al ingresar furioso al vestuario, seguro de que la mayoría de sus compañeros había "ido a menos" ante Argentina.

Gotta cuenta que el general Morales Bermúdez llamó por teléfono a Héctor Chumpitaz unos días antes del partido y que el capitán de la selección peruana reunión inmediatamente al plantel para contarle lo que había sucedido, ninguna orden directa, sino una felicitación por lo ya hecho y una "comprensión" ante una eventual derrota.

El libro cuenta que cuando otro jugador de ese plantel preguntó horas después a uno de los miembros de la delegación (el que mejor conocía al presidente Morales Bermúdez), "cómo deberían descifrar el mensaje", esa persona respondió "tú sabes". Esa persona, según se infiere tras la lectura del libro, no pudo haber sido otro que "Paquito", Francisco Morales Bermúdez, hijo del dictador peruano y cabeza de la delegación que fue al Mundial 78.

Gotta describe al detalle los seis goles anotados de Argentina y muchas otras jugadas, incluyendo el tiro inicial en el poste que estrelló el atacante Juan José Muñante, el único integrante de la selección que no jugaba en Perú.

"Mira, ellos supieron a quién tocar", responde a Gotta en el libro uno de los jugadores de esa selección peruana. "¿Con uno basta?", pregunta Gotta. "No", responde el ex jugador. "¿A todos?", insiste el periodista. "Tampoco. Eso -responde el interlocutor- es tirar la plata".

El libro avanza sobre otros datos más conocidos, como la sugestiva venta del zaguero Rodulfo Manzo a Vélez, la insólita visita de Videla y Henry Kissinger al vestuario peruano antes del partido, Perú jugando con su camiseta suplente, la donación de trigo de Argentina a Perú y el pedido de varios jugadores al DT Marcos Calderón para que excluyera del equipo al arquero Ramón Quiroga, de nacionalidad argentina y en el ojo de la tormenta tras la goleada.

Y publica también el sugestivo diálogo entre un alto miembro de la delegación peruana, cuyo nombre no da, con el DT Calderón, en el que le dice que "debe hablar" con sus jugadores, pues el partido ante Argentina "es una cuestión de Estado". Cuando Calderón exige precisiones y, poco menos, pregunta si la orden es "dejarse perder", su interlocutor le aclara que "esto no es una vendimia". Pero en Perú todos creen que sí hubo "vendimia". Es decir, que ese partido fue vendido.

EZEQUIEL

FERNÁNDEZ MOORES

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