Jueves 19 de Junio de 2008 Edicion impresa pag. 48 > Deportes
El más grande, con un trío colosal
Garnett y Allen se sumaron a Pierce y llegó el 17º anillo de Boston.

Kevin Garnett y Ray Allen llegaron a Boston para ganar un campeonato. Lo cierto es que nunca lo habrían conseguido si Paul Pierce no hubiese permanecido con el equipo Al compás de esas tres luminarias, los Celtics se enfilaron a su 17ª corona, un record en la NBA. Y fue con paliza, porque el 4-2 se consumó con un aplastante 131-92 sobre los Lakers de Los Angeles.

En la previa de la competencia, había una cuestión de necesidades. De Boston por recuperar mucho tiempo perdido (22 años). De Garnett y Allen por lograr el primer anillo, motivo por el que también se quedó Pierce, finalmente el MVP de la definición.

"Lo dijimos desde el primer día, 'este es el equipo de Paul''', declaró Garnett, quien agregó que "Ray y yo no teníamos problemas con ello''.

Pierce anotó 17 puntos y repartió 10 asistencias en el partido decisivo, Kevin colaboró con 26 puntos y 14 rebotes, mientras que Allen también encestó 26.

Si bien ocupan otras posiciones, este tridente hizo recordar a otro que hizo historia. Larry Bird, Kevin McHale y Robert Parish obtuvieron la corona anterior, en 1986. En ese equipo brillaba como armador Danny Ainge, ni más ni menos que el mánager actual.

El año pasado, bajo su mando, Boston ganó apenas 24 partidos y se despidió rápido. Esta vez se acumularon 66 victorias, en lo que significa el repunte más importante de la historia de la NBA.

"Estar aquí festejando con mis compañeros, coronando un gran año, es maravilloso", dijo Pierce antes de recibir el trofeo del Más Valioso.

Los Celtics, de paso, emularon a los Warriors (75) y Portland (77) como los únicos equipos en salir campeones una temporada después de haber estado fuera de los playoffs. Impresionante.

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