SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La caída en el número de turistas y el bajo nivel de reservas de alojamiento para las próximas semanas, generó fuerte impacto en el empleo temporario relacionado con la actividad, del cual dependen miles de familias.
El secretario general de la Asociación de Empleados de Comercio (AEC), Wálter Cortés, admitió que la situación es "preocupante" porque mientras los días pasan "hay mucha gente esperando y no la llaman".
Aseguró que debido a la restricción en los vuelos, que lleva ya 45 días, y también al conflicto agrario y los cortes de ruta, "el invierno viene con muchos problemas" y va a repercutir directamente en el ingreso de los trabajadores.
"Si en los próximos 15 días la temporada no se acomoda, vamos a tener que plantear la emergencia, con alguna asistencia del Estado nacional, porque son muchos los que van a quedar en la calle y no tendrán cómo sostener a sus familias", dijo Cortés.
Menos alarmante fue el diagnóstico del secretario gremial del sindicato gastronómico, Ovidio Zúñiga. Consultado por este diario sostuvo también que existe una "incertidumbre" general y que la incorporación de temporarios es "lenta", pero dijo que hasta ahora no recibió quejas puntuales de los afiliados. Señaló que la falta de vuelos forzada por las cenizas del volcán Chaitén provocó una caída importante en la actividad durante mayo, "pero de a poco todo está volviendo a la normalidad".
Aclaró no obstante que "el problema puntual de una situación climatológica no puede impedir la discusión de nuevas condiciones laborales", a lo cual se niegan las empresas.
Lo habitual en los últimos años es que a partir de junio el comercio, los restaurantes, la hotelería y otras actividades vinculadas al turismo, generen en Bariloche unos 6.000 empleos temporarios.
Muchos establecimientos decidieron manejarse hasta ahora con su personal permanente y no convocan ningún refuerzo, porque tienen "menos trabajo" que lo corriente en ésta época.
A la demanda laboral de los barilochenses se suman los trabajadores golondrina que viajaron como cada año para "hacer la temporada". Tucumán, Córdoba y Mar del Plata son las procedencias más comunes.
El dueño de un restaurante céntrico reconoció que recibió "pilas" de currículums a los que no puede ni siquiera considerar. "Muchos muchachos vienen a ofrecerse, están en los albergues esperando que les salga algo pero ya están al límite y si no consiguen se tienen que volver", aseguró.
Cortés dijo que el sector comercial "está muy mal" y que el sindicato lo nota de inmediato por el atraso en los aportes.
Según dijo, un indicador clave es el cerro Catedral, que "en esta época suele incorporar a unos 1.000 trabajadores pero este año no llamó más de 160". Los supermercados también buscan personal extra para la temporada y generalmente recurren al centro de capacitación de la AEC, donde esta vez las solicitudes están paradas. El mismo cuadro, según Cortés, se reproduce en los comercios chicos.
El dirigente sindical interpretó que el principal motivo de la crisis es el déficit de pasajeros aéreos "porque son los que traen la plata". Estimó que esa franja de turistas concentra "el 80% del gasto" en temporada invernal.
