BUENOS AIRES (Télam).- Una perito judicial declaró ayer en el juicio por el crimen de Mauricio Ponce de León, un chico discapacitado que en 2005 fue asesinado de 33 puñaladas en Chascomús, que el joven acusado del homicidio es imputable y, a la vez, frío, antisocial y que no siente culpa ni remordimiento.

Se trata de una psicóloga del Poder Judicial de Dolores que se entrevistó con el imputado Diego Urquiaga (27), sometido a proceso por "homicidio calificado por ensañamiento y alevosía", que se castiga hasta con reclusión perpetua.

Fuentes de la investigación informaron que la perito oficial describió que en el perfil psicológico del imputado existen características de "frialdad, hipoafectividad, antisocialidad y falta de remordimiento o culpa".

Al declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, la experta aseguró que Urquiaga tiene un "perfil sociocultural acorde a la media", que es "impulsivo" y que presenta "falta de tolerancia a la frustración".

La testigo aseguró ante el tribunal que, en definitiva, Urquiaga es "imputable".

Para la querella, el perfil psicológico descrito por la perito "encaja", por un lado, con la envidia que el acusado sentía hacia la víctima por el dinero que ésta tenía y, por el otro, con la saña con que se cometió el crimen.

El hecho ocurrió el 26 de febrero de 2005, cuando Mauricio Ponce de León (19), discapacitado motriz, fue hallado asesinado en el paraje "La Liberata", a tres kilómetros de la planta urbana de Chascomús. Ese día, el joven había salido de su casa para adquirir un autoestéreo que le habían ofrecido para su Peugeot 206.