Miércoles 18 de Junio de 2008 Edicion impresa pag. 02 y 03 > Nacionales
ANÁLISIS: Un alivio, en medio de tanta convulsión

La presidenta dio un sorprendente giro en el conflicto del campo al anunciar el envío al Congreso de un proyecto de ley para que las odiosas retenciones móviles sean debatidas como corresponde. Como debió haberse hecho desde siempre.

Si al oficialismo le dan los números en las Cámaras, la decisión de subir fuertemente los derechos de exportación a la soja tendrá aval legislativo, es decir logrará legitimidad institucional. Lo más importante es que, sea cual fuere el resultado, saldrá tras un intenso debate con la oposición. Eso es lo que se espera, por lo menos.

El anuncio significa un cambio de postura en el gobierno: la admisión implícita de que las retenciones son un impuesto; ergo, todo impuesto necesita ser aprobado por el Congreso. No es un paso menor, aun cuando Cristina en su fuero íntimo siga creyendo que es una "facultad" que le da el Código Aduanero.

Es posible que la gestión Kirchner haya ya hecho cuentas para determinar si los números le dan andamiaje a su necesidad de obtener Caja.

Pero, aun así, ésta puede significar la salida perfecta del atolladero. El gobierno perdió mucha credibilidad con su manotazo sobre el campo: vio descender drásticamente las encuestas de imagen y subir dramáticamente el descontento social en las calles, amén de las pérdidas económicas para el país y para el propio bolsillo del Estado.

El oficialismo cuenta desde que asumió con mayoría en las dos Cámaras, pero las heridas internas que abrió la actitud de los K con las entidades agrarias son tan profundas que habrá que ver cómo votarán los legisladores que responden a Schiaretti, Reutemann, Juez, Duhalde, algunos radicales K y tantos otros que se irritaron o apartaron del ideario kirchnerista. Y habrá que evaluar los resultados de las presiones que provendrán del oficialismo y las que se plantearán desde el sector del campo. Dos lenguas de fuego que seguirán activas.

Es posible también que la que se había evaluado como desconcertante -desafiante- propuesta del vicepresidente Julio Cobos de abrir el Congreso para debatir el tema, haya sido parte de la misma estrategia. Es decir, que Cobos no abría una fisura con los Kirchner, sino que instrumentaba la antesala del anuncio más trascendente.

El proyecto oficial no retrotrae la situación al 11 de marzo. Es una pena. Hubiera sido conveniente la suspensión de la Resolución de la discordia.

Pero el anuncio de ayer podría quitar presión al conflicto, teniendo en cuenta que el motivo principal de la protesta que angustió al país durante casi 100 días fue la aplicación de estas retenciones móviles. De hecho, De Angeli habló de un "avance" y de "esperanzas de solución". Y la Mesa de Enlace -con dudas sobre el proyecto- decidirá hoy si deja el paro, pero siempre exigirá diálogo: concertar políticas para remediar el desdén histórico hacia el sector.

 

¡La plaza es mía!

 

Tal vez, este anuncio explique por qué Cristina ratificó exultante la convocatoria a la Plaza de Mayo para hoy.

Sin embargo, su tono más moderado contrastó con el de su esposo: distendido pero agraviante.

Desoyendo el consejo de prudencia del país y de hasta sus propios leales, Néstor Kirchner redobló la apuesta: hará el acto en la Plaza donde -se sabe- hoy no se permite que asistan los argentinos que piensan distinto. La intolerancia que lleva en la sangre, desmiente la convocatoria "a todos los argentinos" y "en defensa de pluralidad". Esto, más allá de que lo haya disimulado con una conferencia de prensa abierta a preguntas, mecanismo que jamás permitió cuando fue presidente, y que su esposa hoy emula.

Difícil olvidar la escena de la película de Giuseppe Tornatore, "Cinema Paradiso", en la que el loco ahuyenta peatones de la plaza al grito de "¡la plaza es mía!". Inevitable asociarla con D´Elía-Pitrola y sus piqueteros, Moreno con sus barras, y los muchachos de "La Cámpora", posicionándose en la Plaza de Mayo (literalmente tomándola, y si fuera necesario a fuerza de puños y palos) para evitar que multitudes de familias puedan manifestarse contra el gobierno en el escenario más emblemático.

Hay obsesión posesiva del kirchnerismo con la Plaza. Y eso revela baja autoestima.

La apuesta a ir a Plaza de Mayo parece una provocación horas después de la impresionante movilización de cacerolazos y bocinazos contra el gobierno, y el mismo día que el campo convoca a una "jornada nacional de reflexión".

 

Falacias

 

Más allá de su tono coloquial, el ex presidente ha vuelto a llamar "extorsionadores" a los dirigentes del campo e insistió con atacar a los comunicadores que muestran la realidad del país. Pero, además, sus palabras incluyeron no pocas falacias y contradicciones:

" Lo desautorizó a D´Elía al señalar que no está de acuerdo con vincular a Duhalde con un golpe de Estado. De ese modo le quita fundamento al acto de hoy, porque el piquetero fue el principal organizador de una plaza que se manifestara contra "los sediciosos" y "golpistas", cuyo jefe -dijo- es Duhalde. Además, pasaron casi tres días desde que D´Elía dio las consignas, pero ni el gobierno ni el jefe del peronismo salieron a cruzarlo, considerando que estaba atacando a un ex presidente.

" Kirchner hizo responsable al campo de la suba de precios de los alimentos que se consumen, como si la lucha por menores retenciones a la exportación del "yuyo" que casi no se consume aquí tuviera que ver con el mercado interno.

" El ex presidente dijo que a De Angeli "ni se lo tocó" y se "lo llevaron a upa", para desmentir una represión en la ruta 14 el día que el dirigente rural fue detenido junto a otros 18 productores. Sin embargo, lo que vio todo el mundo por tevé fue un desalojo no sólo violento sino también torpe, sobre el cual se debió retroceder frente a la fuerte reacción popular.

" Asimismo, Kirchner sostuvo que está en desacuerdo con la metodología del corte de rutas y sólo la justificó con los desocupados. Pero ocurre que muchos de los que hasta hoy cortaban rutas eran precisamente desocupados, como lo camioneros y otros perjudicados del parate en la comercialización de granos.

Tanto el ex presidente como la presidenta han subestimado el multitudinario mensaje de la población, multiplicado antenoche en cada pueblo del país y referido en las primeras planas de los diarios del mundo. Creen a la protesta parte de "la democracia corporativa". Y esto es grave, porque confirma que el autismo es severo.

La ratificación del acto en una Plaza a la que se le intentará dar volumen con entusiastas, amanuenses y rentados, más las renovadas palabras de hostilidad de Kirchner hacia el campo hacen un pobre aporte.

El mejor aporte lo hace el anuncio que somete a debate las retenciones. Saludable contribución no sólo para el campo, sino para un país angustiado, requerido de señales de distensión y de gestión para salir del estancamiento con uno de los principales motores de la economía.

 

ÍTALO PISANI

ipisani@rionegro.com.ar

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