CATRIEL (ACA).- Los jefes que fueron designados para la comisaría Novena de Catriel, deberían llegar hoy a esta ciudad. Se trata del comisario Néstor Orlando Bobadilla quien será secundado por la subcomisario Elba Fuentes. Llegan en un momento en que la unidad policial es una "papa caliente", con una interna policial encubierta y muchos ilícitos en los yacimientos de la zona.

A esto se le suma la presión política local que -según fuentes políticas y policiales- "intentan manejar la comisaría desde el municipio". Por su parte, los representantes políticos intentaron que los tres jefes salientes se queden en Catriel, pero no obtuvieron respuestas desde el gobierno provincial.

En tanto en la unidad se extraviaron armas y chalecos antibalas y nunca se informó quien fue el responsable de estos elementos ni quien pudo haberlos sustraído de la comisaría.

El recambio no cayó bien en Catriel. De hecho, los vecinos juntaron firmas, la legislatura municipal emitió un comunicado respaldando al subcomisario Mariano Cheuquepán, y le pidieron al secretario de Gobierno Robin del Río que le comunique al gobernador el deseo de que se revea la medida.

El comisario José Vallejos deja trunca una investigación que pretendía determinar si había policías involucrados en ilícitos ocurridos en la región y también si existía una banda operando en los yacimientos de la región, donde los ilícitos están a la orden del día con pasmosa impunidad.

Tampoco tuvo tiempo para resolver una interna policial que no ha tomado estado público, pero fuentes de la fuerza cuentan que el personal está divido y hay un clima hostil y de desconfianza.