Lunes 16 de Junio de 2008 Edicion impresa pag. 23 > Sociedad
Dos nenes murieron al arder casilla en Viedma
Ocurrió en el Loteo Silvia, por la mañana, mientras la mamá había salido. Emanuel Alvano, de 4 años, y su hermanita menor Daiana fueron hallados abrazados.

VIEDMA (AV)- Emanuel y Daiana murieron abrazados. Así fueron encontrados por los bomberos en el interior del ropero, donde pretendieron resguardarse de las llamas que en pocos minutos consumieron la madera de la precaria casilla en la que vivían. Su madre salió unos minutos y cuando regresó todo era fuego y dolor.

A las 11.30 de ayer, Emanuel Alvano, de 4 años, y su hermanita, Daiana, de uno y medio murieron en el incendio que se inició de repente en la vivienda que habitaban. Fue en el denominado Loteo Silva, en la ca lle 104. Allí, entre dos casas humildes pero de material y con mínimas comodidades, Malvina Díaz (26) y quien hoy es su ex marido habían levantado con sus manos una casilla de cantonera y techo de chapas de cartón.

Así vivieron tres años. Ahí nació Daiana, la pequeña que ayer falleció trágicamente abrazada a su hermanito mayor. Hace seis meses los papás se separaron y la mujer solía dejarlos solos para ir a realizar compras o a trabajar.

Una vecina relató a este medio, todavía con lágrimas en los ojos, que poco después de las 11 Malvina salió de su casa en dirección al centro.

Uno rato después escuchó gritos. "Pensé que eran chicos jugando afuera, pero era mi vecina que me pedía ayuda para apagar el fuego", dijo ayer la joven compungida.

Desde distintas casas cercanas se acercaron con baldes y mangueras. Los bomberos que fueron rápidamente llamados desde el barrio, tardaron unos quince minutos en llegar, la demora lógica para arribar desde un cuartel que ha quedado lejos de los barrios, enquistado en pleno centro de la capital, con mínima capacidad de acción rápida en la periferia.

Pero los esfuerzos de todos no fueron suficientes. No hubo chances para salvarles la vida. "¿Y los nenes?", preguntó un vecino ni bien se vieron las llamas. Pero al abrir la puerta de una patada, el fuego se avivó aún más.

Aparentemente una estufa a leña habría iniciado la tragedia. Única forma de calefaccionarse que tenía esta familia sumida en la pobreza.

Un andador azul quedó sin dueña. Dos pares de zapatillas calcinadas aún humeaban ayer por la tarde en medio de las maderas. Unos pocos ositos de peluche, mojados y tiznados, quedaron tirados a un lado, luego de que los bomberos, en sus intentos por sofocar el incendio, desparramaran lo poco que había en el interior de la casilla.

Cuando la mamá llegó se encontró con el desastre. Poco después llegó su ex marido, Raúl Alvano (28) quien debió ser asistido frente a las llamas aún descontroladas.

Ayer por la tarde él permanecía medicado en el nosocomio y Malvina era contenida por personal especializado, mientras funcionarios de Acción Social del Municipio buscaban soluciones a las urgentes demandas para sepelio y asistencia.

Un vecino actuó rápido y vio todo, pero no pudo contárselo a este medio. Su dolor fue demasiado profundo como para poder enfrentar tan dura realidad. ¿Nos puede explicar lo que pasó?, preguntó este cronista.

"¿Quién puede explicarlo?", respondió el hombre y cerró la puerta con firmeza, para dejar las cosas claras.

-¿El intendente hará declaraciones sobre este tema?, fue la consulta de "Río Negro" a los voceros de la Municipalidad. "No, no creo. ¿Qué se puede decir después de semejante tragedia?", respondieron.

Es cierto. Habrá que pensar si no era posible, desde el ámbito gubernamental, hacer algo para evitar que ocurriera.

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