| ||
Bush llegó a Londres en medio de protestas | ||
Ingleses rechazan la presencia de soldados británicos en Irak. Ambos gobiernos niegan el retiro de las tropas. | ||
El presidente estadounidense, George W. Bush, llegó ayer a Londres para una visita oficial de dos días a Gran Bretaña, marcada por protestas por Irak y los desmentidos de los gobiernos de Washington y Londres de desacuerdos sobre la retirada de tropas británicas de ese país. El mandatario estadounidense termina en Londres y en Irlanda del Norte, adonde viajará hoy, una gira europea de despedida, antes de dejar la Casa Blanca en enero de 2009. A su llegada a Gran Bretaña, proveniente de París, la pareja presidencial tomó té con la reina Isabel II y su esposo, el príncipe Felipe, en el castillo de Windsor (oeste de Londres). En las calles de ese pequeño pueblo medieval, decenas de manifestantes enarbolaron pancartas acusando a Bush de ser "un criminal de guerra" y reclamando el cierre de la prisión en la base estadounidense de Guantánamo, en el este de Cuba. Aunque en el resto de la gira la visita de Bush no provocó movilizaciones -a diferencia de lo que ocurrió en viajes anteriores-, la Coalición contra la Guerra congregó en el centro de Londres a unos 2.000 manifestantes que protestaron contra la intervención militar en Irak y Afganistán. "Estamos aquí para marcar el fin de un periodo horrible de la historia", dijo Mark Gordon, que atribuyó la escasa participación en la manifestación - comparado con anteriores protestas - a que "Bush ya está de salida". Unas 300.000 personas salieron a las calles en el viaje anterior de Bush a Londres, para protestar por la intervención militar en Irak. Por el contrario, el dispositivo de seguridad fue impresionante, con cientos de policías movilizados en las calles del centro de Londres, que impidieron a los manifestantes marchar hacia Downing Street, donde Bush y su esposa Laura asistieron a una cena ofrecida por el primer ministro, Gordon Brown, y su esposa Sarah. Trece manifestantes fueron arrestados tras tratar de derribar el cordón de seguridad instalado por la policía para impedirles el paso, indicaron fuentes policiales, que dijeron que 1.200 policías participan en el operativo de seguridad durante la visita de Bush. Hoy, Bush y Brown sostendrán una reunión de trabajo centrada en el expediente nuclear iraní, el alza del precio del petróleo y los alimentos, e Irak. Incluso antes de la llegada de Bush, sus colaboradores y Downing Street debieron desmentir versiones de desacuerdos entre Londres y Washington sobre el tema de la retirada de las tropas británicas de Irak. No hay "ningún desacuerdo" con Estados Unidos sobre ese tema, afirmó una portavoz de Downing Street, tras una entrevista publicada este domingo por el dominical británico The Observer en la que Bush advierte a Londres que no debería poner en riesgo los éxitos logrados por la coalición en Irak con una retirada prematura de sus tropas. "No hay ningún desacuerdo entre nosotros, entre el presidente y el primer ministro Gordon Brown sobre este asunto, punto final", declaró el asesor nacional de seguridad, Stephen Hadley, a los periodistas que viajaban con Bush. Versiones de la prensa británica sugirieron esta semana que Brown puede anunciar próximamente un calendario para la retirada de los más de 4.000 militares británicos que siguen en Irak. | ||
Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí | ||