El terremoto de 7,2 grados en la escala de Richter que sacudió ayer por la mañana Japón dejó, hasta el momento, tres personas muertas y al menos 100 heridas, reportó la agencia de noticias Kyodo.

El temblor, registrado a las 8:43 horas local (23:43 GMT del viernes), sacudió las prefecturas de Iwate y Miyagi, ubicadas al noroeste del país.

El sismo se sintió en Miyagi y Oshu, Iwate en la región de Tohoki, seguido de otros de menor intensidad y réplicas sísmicas relativamente fuertes, reportó la agencia.

El epicentro del sismo fue localizado en la provincia de Akita, situada a 82 kilómetros al norte de la ciudad de Sendai, informó el Servicio Geológico de Estaos Unidos.

Las Fuerzas de Autodefensa de Tierra enviaron una unidad de ayuda humanitaria a las prefecturas de Iwate y Miyagi, y 147 equipos de rescate desde Tokio.

Tomozo Chiba, de 60 años, residente en la ciudad de Ichinoseki, en Iwate, murió después de ser golpeado por un carro tras saltar de una casa mientras temblaba.

Michitaka Ishii, de 55 años, de Iwaki en la prefectura de Fukushima, murió en un de

rrumbe mientras pescaba, dijeron policías y bomberos.

Las rocas que caían mataron a una persona en un emplazamiento de la obra de la presa en Oshu, Iwate.

Tres trabajadores están perdidos a consecuencia de un derrumbe en Kurihara, en donde la intensidad fue arriba de los seis grados.

Otros derrumbes ocurrieron en varias áreas de la ciudad de Kurihara, en Miyagi y un puente en la ciudad se derrumbó, informó el gobierno de la prefectura de Miyagi.

Un autobús fue golpeado por un derrumbe en la ciudad de Oshu, con cerca de 20 personas que resultaron lesionadas.

El temblor no ha afectado al funcionamiento de las plantas nucleares en las provincias de Fukushima y Miyagi, ni tampoco al cercano aeropuerto de Sendai, según Kyodo.

Ferroviaria Oriental Japón Co suspendió los servicios ferroviarios en Akita, Tohoku, Yamagata. También el tren exprés en la región de Tohoku fue temporalmente cerrado.

La fuerza del sismo, al que siguieron unos 153 temblores secundarios, dañaron muchas carreteras, entre ellas una que quedó completamente cortada debido a un gran deslizamiento de tierra, creando un acantilado que dejó a dos ciudades completamente incomunicadas. Se calcula que unos 29.000 hogares se quedaron sin electricidad, aunque el servicio fue restaurado casi en su totalidad para el sábado por la noche.