NEUQUÉN (AN) - Los cortes de ruta de las entidades agropecuarias y las empresas transportistas afectaron el abastecimiento de combustibles del norte de la Patagonia la semana pasada, pero más que nada fueron los cupos que las compañías les ponen a las estaciones de servicio lo que dejó sin naftas ni gasoil los surtidores de Neuquén y Río Negro. La ubicación de refinerías de las dos empresas que dominan el marcado fue clave para que la incidencia de las medidas de fuerza fuera menor.

A diferencia de lo que ocurre en otros puntos del país, en la Patagonia no hubo cortes de ruta en los casi cuatro meses que lleva el conflicto. Pero hay empresas comercializadoras de combustibles que se abastecen desde refinerías que están en el corazón de la protesta, las provincias de Buenos Aires y de Santa Fe, y no pudieron mantener la logística necesaria para no dejar sin combustibles a su red de estaciones.

En la zona YPF tiene una refinería que produce naftas y gasoil. Está en Plaza Huincul, desde donde las ciudades más habitadas de las dos provincias están prácticamente a un paso.

Y Petrobras cuenta con una refinería en Bahía Blanca, con vía libre para llegar con sus camiones cisterna al mercado del norte de la Patagonia.

Ambas empresas tiene además plantas destiladoras en Luján de Cuyo, Mendoza, y Ensenada, provincia de Buenos Aires (en el caso de YPF); y en San Lorenzo, provincia de Santa Fe (de Petrobras).

Son además las únicas dos petroleras integradas del país (producen, refinan y comercializan).

Esso y Shell, en cambio, compran a terceros el crudo que procesan y luego venden en sus estaciones de servicio. Fueron estas últimas las más afectadas por los cortes.

Ruta liberada

Con la ruta liberada para que los combustibles viajen sin problemas desde Bahía Blanca y Plaza Huincul, ¿por qué faltó combustible en las ciudades de Neuquén y Río Negro?

"Cupo" es la palabra que más se usa estos días en el mercado de los expendedores de combustibles local. Es la restricción que las compañías les ponen a las estaciones de servicios que no son propias porque la oferta no alcanza a cubrir una demanda que no para de crecer (hay gasolineras que pertenecen directamente a las petroleras).

Lo que hacen las empresas es descargarles a las estaciones la cantidad de litros que requirió en el mismo período del año pasado, más un porcentaje que va entre el 5% y el 6%.

Pero como hay menos bocas de expendio por el cierre de estaciones, la demanda, que además crece, se repartió entre las que siguen abiertas.

Las estadísticas de la secretaría de Energía de la Nación muestran que la fabricación de naftas premium (mayor octanaje) bajó un 12% entre abril de 2007 y abril de 2008, a pesar de que es el combustible que suple a la súper. Lo que ocurre es que la brecha entre los precios de ambas es enorme: 2,6 pesos contra 3,2.

La fabricación de naftas súper sí se incrementó en los últimos doce meses (un 16,7%), mientras que el gasoil, que tiene una demanda disparada y prestaciones bien diferentes, bajó un 0,5%.

Los estacioneros calculan que de los 30 días del mes, hay 5 completos que permanecen sin combustibles en los tanques.

Los precios mencionados más arriba son, claro, los de los surtidores porque para llegar al valor final hay que sumarle el adicional llamado "servicio de playa" que va directamente a las estaciones y que vale entre 10 y 15 centavos.