KANDAHAR, Afganistán (AFP) - Un comando talibán liberó a unos 1.000 presos en el sur de Afganistán durante un asalto a la prisión de Kandahar, en la que lograron entrar tras volar el muro de la cárcel con un coche bomba.
"Más de 1.100 detenidos lograron escapar", declaró a la AFP el general Carlos Branco, portavoz de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF) de la OTAN.
El viceministro de Justicia, Mohammad Qasim Hashimzai, dio un saldo ligeramente inferior. "Había 1.052 detenidos en la prisión de Sarposa. Unos 886 prisioneros pudieron escaparse, entre ellos más de 380 detenidos por crímenes contra la seguridad nacional", un término utilizado por las autoridades para designar a los talibanes, declaró.
Las fuerzas de seguridad afganas y los soldados de la ISAF pudieron en marcha una vasta operación para encontrar a los presos evadidos, aclaró Hashimzai.
Seis de los reclusos fugados fueron detenidos el sábado en varias aldeas de los distritos aledaños de Zhari y Panjwayi, afirmó Munir Mangal, viceministro del Interior. No había más que 40 guardianes vigilando la prisión en el momento del ataque, reconoció.
El responsable de la administración penitenciaria, Amir Mohammad Jamshid, afirmó que entre las personas fugadas había "importantes responsables talibanes", sin dar nombres.
En Kandahar, la policía y los soldados afganos registran sistemáticamente los vehículos, mientras que las excavadoras sacan los escombros alrededor del muro del recinto, comprobó la AFP.