Uno volvió a caer en la tibieza de un equipo sin personalidad y el otro ratificó un crecimiento que lo ubica como una de las sorpresas de esta eliminatoria mundialista. Uruguay salió con la obligación de ganar para superar a su rival, Venezuela, en la tabla, pero la cosa terminó 1 a 1 y la visita hizo gran negocio.
Las sonrisas del arranque del partido, cuando Diego Lugano había puesto en ventaja a la "celeste" a los 12 minutos de la primera etapa, se trastocaron en silbidos en la despedida del equipo, por la floja tarea del complemento. A los 10 de ese parcial, Ronald Vargas puso el empate.
Un tiro de esquina que bajó Sebastián Abreu hacia el área chica encontró la "semipalomita" de Lugano, para establecer la ventaja para Uruguay. Dos cabezazos en el
área es gol y quedó ratificado.
Después pudo aumentar el local, porque tuvo más la pelota, pero en las dos más claras que creó encontró una eficiente respuesta del arquero Renny Vega.
Sobre el final del período, ya Venezuela equilibró el de
sarrollo y empezó a compartir la posesión de la pelota.
Como una continuidad de esa parte final del primer tiempo, a los 10 minutos del complemento, llegó la igualdad. Juan Arango ejecutó un tiro libre, Fabián Carini dio rebote y Vargas lo fusiló.
Los uruguayos no se recuperaron nunca de ese golpe y perdieron el poco fútbol que habían mostrado. Fue la "vinotinto" la que tuvo alguna chance de pasar al frente a partir de algún contragolpe.
Sobre el final, el recién ingresado Vicente Sánchez dispuso de un par de ocasiones como para desnivelar -en una reventó el travesaño-, pero no hubiera sido justo. El reparto estuvo bien.