La vela puerca acaba de llegar del "Ibérico Tour II", donde participó en los festivales más convocantes de España como "Viña Rock" y "Extremúsika". Comparten público con las más importantes bandas argentinas, trascienden barreras idiomáticas, idiosincrasias, culturas y suenan en Alemania, Suecia o Dinamarca.
Y ahora, el sábado 21 de junio tocarán en Neuquén, en el Ruca Che, Antártida Argentina y Reconquista; y también en Bariloche, al día siguiente, en Puerto Rock, 12 de octubre 14, puerto San Carlos.
La banda floreció en la nochebuena de 1995, en Montevideo, durante un recital grabado para el concurso Generación 96, de Canal 10. La vela puerca ganó y así grabó su primer disco, "Deskarado" (97); que superó la barrera del disco de oro. Primeras presentaciones en Argentina y Brasil. La numerosa banda firma con Surco Records, filial de Universal dirigida por Gustavo Santaolalla, con quien, en mayo del '99 y en Los Angeles remezclan "Deskarado" para editarlo en Argentina, México, Chile y España.
"De bichos y flores" (2001), su segundo disco, también es producido por Santaolalla. Lanzado en Uruguay, ya sobrepasó el triple platino.
La historia de La vela puerca ante el público es larga. Del nerviosismo de los primeros conciertos y la incertidumbre sobre sus probables reacciones, a la acumulación de experiencia y manejo de emociones.
"Cuando empezamos a tocar en Buenos Aires, en lugares chicos, íbamos a presentar lo que ya hacíamos en Uruguay, tratando siempre de renovar la propuesta. En una época llevamos tambores, cosa que funcionó porque a la gente le agrada mucho el candombe. Por suerte, desde un
principio, notamos que los argentinos gustaban de la banda. Y fuimos creciendo de a poco... Éramos muy -y lo seguimos siendo- de pensar qué show hacer, dónde estamos, , qué tipo de temas tocar. Vemos si gustó la cosa o nos damos cuenta que tal canción no rindió como esperábamos, otra sí... Más allá de la magnitud del lugar, seguimos cuestionándonos y viendo cuál es el mejor concierto para el escenario que vamos a ocupar."
-¿Se vinculan posteriormente con el público para oír su opinión en directo?
-Lo hacemos. Nos comunicamos por correo electrónico o miramos las páginas donde nos escriben y hablamos mucho con personas que nos siguen. Y nos dicen que hace un tiempo que el show es el mismo o tal tema no le gusta mucho o toquen tal otro. A eso le damos bola, lo consideramos, somos receptivos a los comentarios de cierta gente que nos ve muy seguido.
-¿Internamente, cómo repercute?
-Después del concierto, porque es el momento en que tenemos más fresco todo, siempre hablamos, repasamos, corregimos, evaluamos el rendimiento, vemos si es conveniente mantener el orden que hicimos, achicamos un bloque que nos parece largo, muy oscuro o lento. Enseguida sale a la luz, más allá que cuando armamos las listas en la sala, nos acordamos de situaciones así. Nos cuesta mucho armarlas, porque difieren mucho los climas de los discos y nuestro estilo es medio variado.
-Hay que combinar temática, distintos ritmos, cambios de instrumentos, sensaciones que generan...
-Complicadísimo. Todo tiene que ver y está medio pensado de antes, pero las primeras veces se nos hacían líos porque entraba una (guitarra) acústica, se tiraba un loop antes de un tema. Eso se va aprendiendo a medida que pasan los recitales. En el caso del último disco, después de ensayarlos y grabarlos, no fue fácil llevarlos al vivo. Hubo que buscarle la vuelta, seleccionar lo mejor para hacer, analizar qué intensidad darle a una canción... También depende de cómo está el público. Se da mucho en Argentina, que es muy fervoroso, apasionado, canta mucho los temas. Eso nos da confianza. No quiere decir que no nos pase eso en otras partes. En Uruguay es un poco más tranquilo, va más a observar, es un poquito más medido, pero los argentinos muestran mucho sus emociones. Es su forma de ser, les gusta participar, cantar todas las letras."
-Alguna vez hablamos de cómo la uruguayez se transparentaba en los sonidos y letras de La vela puerca.
-Nuestras canciones son bastante sencillas, no somos una banda con arreglos muy complicados. Más bien son contundentes, le damos importancia a las letras que son lo que más le llega a la gente. Ser directo es importante: directo y simple. Las cosas sencillas llegan más fácil.
EDUARDO ROUILLET
