CIPOLLETTI (AC).- En febrero de 2006 un caso de presunto "gatillo fácil" resonó en Cipolletti. Se decía que un joven que estaba desarmado, había sido herido de un disparo en un pie cuando una comisión policial ingresó a su casa, tras una persecución. La imputación recayó en un sargento, que fue procesado y llegó a juicio. Ahora, la Cámara Primera lo condenó a un año y seis meses de prisión en suspenso y tres años de inhabilitación para portar armas.

"Abuso de armas agravado por el abuso de su función policial", fue el delito que le reprocharon a Raúl Alfredo Juárez, quien se desempeñaba en la comisaría Cuarta de Cipolletti.

"Tengo por probado que el sargento Raúl Alfredo Juárez, el 9 de febrero de 2006, alrededor de las 10.45, en el interior del inmueble sito en Uspallata 74 de esta ciudad, desde el techo de un galponcito ubicado en los fondos del patio, abusando de su función, le disparó con la escopeta reglamentaria Itaka que portaba, cargada con postas de goma, a los pies de Germán Pablo Figueroa, que se había encaramado al techo de la vivienda, en resistencia a la orden de detención impartida y distante unos 3,5 metros, ocasionándole lesiones que le produjeron una incapacidad no superior a los treinta días", concluyó Jorge Bosch en su voto. Los jueces Alvaro Meynet y Edgardo Albrieu, adhirieron.

Los querellantes pretendían que se condenara al policía a tres años de prisión condicional y seis de inhabilitación. "La familia busca que se haga justicia y se eviten estos hechos. Estos casos no deben quedar im